lunes, 20 de febrero de 2012

Las Mujeres y el Estrés

 



"Conciencia del tiempo es igual a estrés y agotamiento corporal y emocional"
                                                                               Shirley MacLaine


Definición de estrés


El estrés es un mecanismo de reacción a las perturbaciones del medio que determina la puesta en marcha de complejos defensivos.
El efecto principal del estrés es estimular una serie de cambios para enfrentar una situación potencialmente peligrosa, desencadenando la activación de los sistemas nervioso y endocrino. El desequilibrio biológico desencadenado por el estrés reiterado desgasta el organismo, reduce su inmunidad, constituyéndose esto en un factor de riesgo para la salud.
Para determinar el nivel de riesgo se tienen en cuenta la cantidad de sucesos estresantes que padece una persona a lo largo de un tiempo determinado, también si estos sucesos son ocasionales o sostenidos.
Para algunas personas el reconocimiento de que su vida está permanentemente sometida a situaciones de estrés, puede funcionar como señal de alarma, en cambio para otras personas se hace difícil este registro y no les queda otra posibilidad más que caer en el esfuerzo de la sobreadaptación.
La sobreadaptación no es más que una serie de mecanismos que determinan una adaptación rígida a las condiciones de vida, al medio y a los factores estresantes que están en ella.
Estos mecanismos pueden conducir a desmentir, disociar, negar todas aquellas señales que, desde el interior del cuerpo o desde las emociones, pueden poner a descubierto algún grado de malestar.
Se arma así una relación particular con el propio cuerpo, ya que los registros de señales que provienen de él, no son reconocidos. Al no considerar esto una fuente de información sino como algo que molesta no se registran las señales de malestar.
El estrés también puede derivar de algo que ocurre en nuestro entorno, de un problema laboral, familiar, de las crisis vitales de la vida como cuidar a padres enfermos, hijos discapacitados, etc.
Algunos de los síntomas del estrés son corrientes y otros no los son tanto, algunos son específicos de las mujeres, y otros simplemente se dan más menudo que en los hombres, algunos implican una predisposición física y otros no.
El estrés puede ser intermitente, pasajero o crónico. El estrés prolongado puede agravar una afección ya existente.
En general el estrés está relacionado con ansiedad, tensión, angustia, insomnio, síntomas pscosomáticos, depresión. Destacando también la importancia del consumo de psicofármacos que aumentó en estos últimos años.

Estrés característico de la mujer

El estrés característico de la mujer es aquel derivado de su fisiología como la menstruación, el embarazo, el aborto, la menopausia. También podemos encontrar estrés derivados de los cambios de vida, como los problemas económicos, por pérdida o falta de trabajo, el matrimonio, divorcio, la viudez, la reorganización de la vida cuando los hijos son mayores y se van del hogar.
Las mujeres actuales sufren muchas presiones sociales: al ama de casa se la impulsa a que salga del hogar y se realice, a la mujer que trabaja afuera se la presiona para que cuide más a su familia.


El estrés y el cuerpo de la mujer


Las mujeres naturalmente tienen tres procesos fisiológicos que la distinguen del hombre: la menstruación, el embarazo y la menopausia.
Muy conocido es el síndrome premenstrual que sufren muchas mujeres, que tienen que ver con un conjunto de cambios físicos y emocionales como: irritabilidad, retención de líquidos, sensibilidad en las mamas, dolores de cabeza, nerviosismo, cambios de humor, etc.
El estrés agrava la mayoría de los síntomas de tensión premenstrual.
También el embarazo se puede ver afectado por el estrés por que pueden aparecer miedos como a que el feto no esté bien, miedo al parto, esto hace que en un momento la futura maternidad se viva con temor.
La depresión postparto también puede estar influenciada por el estrés, esto va a depender mucho del entorno del cual este rodeada la mujer en el momento del nacimiento del bebé.
La menopausia, otra etapa importante en la vida de las mujeres y que se caracteriza por el cese permanente de la menstruación y por ende  el fin de la actividad ovárica. En esta etapa también el metabolismo óseo pierde un importante apoyo con la desaparición  de los estrógenos y la progesterona. Todo el mundo, incluyendo los hombres, pierde masa ósea con los años, pero las mujeres postmenopausicas la pierden con más rapidez. La osteosporosis, que es la fragilidad de los huesos debida a la perdida de minerales, se da más o menos en el 40 % de las mujeres. Los síntomas de la menopausia pueden ser: insomnio,  accesos de calor, fatiga, palpitaciones, cambios de humor, etc.
Por supuesto que en todos los aspectos del síndrome del estrés femenino, las diferencias individuales, son grandes determinantes de los síntomas.
Todos ellos son aspectos importantes del síndrome del estrés femenino, como así también la desorganización, por ejemplo, cuando la capacidad de resolver problemas se encuentra sobrecargada, cuando hay muchas dificultades para tomar decisiones, cuando hay muchas necesidades de dependencia.
En estos síntomas se observa que tanto la energía como el optimismo están agotados, porque cada órgano y el sistema del cuerpo tienen niveles inferiores de resistencia cuando están sometidos a un grado alto de estrés.
Hay diferencias sutiles en las reacciones del cuerpo ante los distintos tipos de estrés. Las situaciones de temor pueden estresar distintos órganos o sistemas que se enfrentan a estas situaciones, y así sucesivamente, por lo tanto, determinados estrés podrían dar lugar a determinados síntomas.



El estrés y la mujer de hoy



A pesar de que las mujeres casadas pasaron a formar parte de la población que trabaja, se sigue esperando de ellas que desempeñen sus papeles tradicionales en el hogar, y esto hace que suelan vivir con conflicto los papeles que desempeñan dentro y fuera de la casa. Las mujeres de hoy padecen un serio déficit de tiempo. Los apremios de horarios suelen conducir o comer apuradas, fumar mucho, padecer insomnio, tener cambios de humor.

Los síntomas típicos de estrés de las mujeres hoy, son:
·         Mucha tensión o dolor de espalda, cuello, brazos.
·         Dolores de cabeza
·         Dificultades para conciliar el sueño.
·         Problemas digestivos.
·         Pérdida o aumento de peso
·         Desarreglos menstruales
·         Palpitaciones
·         Falta de deseo sexual
·         Ansiedad
·         Sobrecarga de ocupaciones y preocupaciones


El hecho de trabajar ayuda a las mujeres a aliviar los problemas del presupuesto familiar, eso también contribuye a que estén más expuestas al estrés. Las mujeres no cambian el trabajo de la casa por el de afuera de ella, sino que añade más obligaciones.
A menudo las madres que trabajan se angustian porque piensan que le quitan tiempo a su familia y esto hace que se sientan a veces culpables.
La otra alternativa también crea estrés, es decir, una madre que decide quedarse en casa corre el riesgo de sentir que no esta haciendo todo lo posible para ayudar a la economía familiar, además, la sensación de dependencia se ve aumentada incluso cuando hace todo lo posible por ahorrar. Parece que el estrés está presente tanto en las mujeres que trabajan fuera como dentro del hogar.

“ Si no te has dado cuenta de la naturaleza de tu actividad aunque quieras relajarte será imposible.”
Osho (Liberando las fuerzas internas)

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