Las mujeres que trabajan y las culpas
"En el trabajo, piensas en los niños que has dejado en casa. En el hogar, piensas en el trabajo que has dejado sin terminar. Semejante conflicto has desatado en tí misma: Tu corazón estará casi siempre rasgado."Golda Meir
¿Qué mujer que trabaja en algún momento de su vida no se sintió culpable por dejar a sus hijos al cuidado de otras personas?. Hay un dicho popular que dice:"Detrás de todo gran hombre hay una gran mujer". Pero para la mujer que trabaja, el dicho no es recíproco, porque detrás de ella hay otra mujer: una abuela, una empleada, o una institución que se hacen cargo de los chicos.
En general las mujeres creen que poner en movimiento el desarrollo de sus capacidades como trabajadora y como persona, atenta contra sus vínculos afectivos, sobre todo, los de esposa y madre. Esta oposición es vivida muchas veces con angustia y culpa.
Si una mujer se desarrolla, tiene la creencia que está faltando en el aspecto reconocido y aceptado por la sociedad, pero si este desarrollo se detiene, también se siente culpa porque cree estar cometiendo algo contra si misma.
El cambio implicaría poder superar este sentimiento de culpa, porque cualquier mujer solamente puede ser feliz solo cuando comienza a quererse a sí misma, esto trae como consecuencia tener buena relaciones con su entorno, si no se arma un círculo vicioso lleno de quejas y reproches.
Este proceso de cambio impone pasar por momentos de angustia, pero ésta es un motor porque impulsa a la creación de un nuevo lugar social para la mujer.
Ser una mamá full time, con mucha presencia física, no garantiza establecer buenos vínculos con los hijos. A veces crean relaciones muy simbióticas, pegoteadas, que a la mamá le absorben mucha energía y quizás también le generan mucho mal humor e insatisfacción. Este tipo de mamá produce en los hijos mucha dependencia, culpa, y no les permite un adecuado desarrollo y madurez afectiva.
Una mamá satisfecha consigo misma, les enseña a sus hijos que no solo es mamá, sino también una mujer que tiene otras preocupaciones y otros deseos. Puede ser peligroso psicológicamente para los chicos que el único deseo de su mamá tenga que ver con estar con sus hijos.
Sentirse preparada para separarse de los hijos, enseñarles también a ellos a separarse. Cuando esto no es así aparece la culpa, y dejarlos para ir a trabajar es vivido como un abandono.
Lo que más le cuesta a las mujeres es superar este sentimiento de culpa, para poder reconocer que ir a trabajar no es de ningún modo abandonar.
Poder extrañar a los hijos es saludable, porque el tiempo que luego se pasa con ellos es más gratificante y esto ayuda a que se los pueda disfrutar más y mejor, y cómo consecuencia, los vínculos se ven fortalecidos por la calidad y no por cantidad.
Es importante destacar que las mujeres que trabajan cuando llegan a sus casas, siguen trabajando con la limpieza del hogar, la tarea de los chicos, la comida, etc.
Aquí se abre un abanico de diferentes posibilidades: la mujer que tiene un compañero que no colabora o lo hace poco, la mujer que está sola porque está divorciada o viuda y que sale a trabajar porque es el único sostén familiar, entre otros.
Lo ideal sería llegar a casa y que tanto el hombre como la mujer pueden compartir un rol de mayor participación de ambos en el hogar.
La mujer de hoy se enfrente al gran desafío que muestra Almodóvar en su película: "Como ser mujer y no morir en el intento?".
"A medida que las mujeres intenten emplearse a sí mismas, para sí mismas, se enfrentarán a la tarea de poner en juego todas sus características bajo su propia determinación. Esta perspectiva no existía antes a gran escala. Requerirá una nueva transformación de las cualidades valiosas de la mujer."
J.B. Miller
(Hacia una nueva psicología de la mujer)
Excelente, Gracias
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