La mujer en la madurez:
Un chispazo hacia la vitalidad
"La mujer madura posee
un atractivo propio
un momento de gloria"Rosa Montero (La hija del Canibal)
En un contexto social tan preocupados por la eterna juventud, entrando deliberadamente y a cualquier costo, el proceso de envejecimiento, como parte vital de un ciclo, donde el Viagra, los liftings y todo tipo de cirugías, están en las marquesinas de la vida, se hace difícil entender esta etapa como un momento, un refugio, que cobijado de experiencias, que brinda la posibilidad de enriquecimientos.
También se puede experimentar otra manera de transitar esta etapa: Formularse nuevas preguntas, desanudando viejas ataduras, trazando el debe y el haber de lo vivido revisando éxitos y fracasos, se puede ir trazando una especie de backstage de la propia vida.
La interpretación que cada mujer pueda hacer de lo que significa envejecer, va a ser el resultado de su propia experiencia, siendo la capitalización de los aprendizajes, las convicciones hondas y vitales, un puñado de frondosas inquietudes, una sólida reserva de sensatez, una actitud chispeante, y divertida, un bagaje de dones, que otorgan un auténtico valor a la existencia y pueden convertirse en un desafío inquietante para abordar la vida.
Tomar consciencia, crear, despertar y decidir que se espera en esta etapa, puede transformarse en un fuerte envión.
A veces el miedo a envejecer hace que este proceso se precipite rápidamente. Las actitudes y pensamientos rígidos, estructurados, marchitan el alma y el cuerpo. Realizar un pequeño esfuerzo diario para mantenerse perceptiva, conectada con los estados de ánimos, aprender a enlazar las emociones con las vivencias, prestar atención a las señales que envía el cuerpo, puede ser una vía que conduzca hacia una forma más flexible de aceptar tanto los cambios físicos como los psicológicos que nos esperan en los diferentes momentos de la vida.
El cuerpo y la mente responden a un tiempo, a un devenir subjetivo, y cuando se puede descubrir que los años de edad son años de vida, éste descubrimiento se convierte en un soporte sustancial que da acceso a la sabiduría, siendo el modo de envejecer la respuesta a la manera en la que se vivió.
La sabiduría, ese aspecto esplendoroso, en esta nueva etapa vital, embriaga e ilumina a esa mezcla de candor y seducción, donde la alegría cargada de frescura y coraje, sustentan la grandeza de la madurez.
A veces el miedo a envejecer hace que este proceso se precipite rápidamente. Las actitudes y pensamientos rígidos, estructurados, marchitan el alma y el cuerpo. Realizar un pequeño esfuerzo diario para mantenerse perceptiva, conectada con los estados de ánimos, aprender a enlazar las emociones con las vivencias, prestar atención a las señales que envía el cuerpo, puede ser una vía que conduzca hacia una forma más flexible de aceptar tanto los cambios físicos como los psicológicos que nos esperan en los diferentes momentos de la vida.
El cuerpo y la mente responden a un tiempo, a un devenir subjetivo, y cuando se puede descubrir que los años de edad son años de vida, éste descubrimiento se convierte en un soporte sustancial que da acceso a la sabiduría, siendo el modo de envejecer la respuesta a la manera en la que se vivió.
La sabiduría, ese aspecto esplendoroso, en esta nueva etapa vital, embriaga e ilumina a esa mezcla de candor y seducción, donde la alegría cargada de frescura y coraje, sustentan la grandeza de la madurez.
Es importante utilizar a pleno las capacidades físicas, intelectuales, emocionales, establecer sanas relaciones afectivas que se convierten en aportes sustanciales para la calidad de vida. Movilizada por la experiencia se va inscribiendo de manera afianzada el estilo de envejecer. Combatir con la vida, mirándola de frente se puede construir un dispositivo fundante de la subjetividad dice un versículo del Antiguo Testamento del reinado de Salomón:
"La alegría del corazón es la vida para un hombre, el gozo es lo que le da longitud de vida".
En cada momento vital, en cada crisis personal existe una posibilidad oculta de crecimiento, que traduce un bagaje de saber que, apela a superar los determinismos, dejando detrás de si una estela de experiencias, convirtiendo a cada mujer en amante de sus propios recursos.
La etapa madura deja como herencia una mirada de la vida desde un profundo sentido de sabiduría, siendo la propia historia la brújula que acompaña el tránsito de los años, cobrando un papel destacado en el momento de envejecer.
Armar los fragmentos de la propia vida es señal de madurez. Siendo la incertidumbre interior lo que abre camino hacia el crecimiento personal, que compromete a la propia existencia impregnada de sabiduría.
Ese aspecto de mujer luchadora, vitalmente útil, con esa pregnancia que da la fuerza activa, que reanima al propio deseo, constituye un impulso motor para hacer de una mujer alguien singularmente cautivante.
En cada momento vital, en cada crisis personal existe una posibilidad oculta de crecimiento, que traduce un bagaje de saber que, apela a superar los determinismos, dejando detrás de si una estela de experiencias, convirtiendo a cada mujer en amante de sus propios recursos.
La etapa madura deja como herencia una mirada de la vida desde un profundo sentido de sabiduría, siendo la propia historia la brújula que acompaña el tránsito de los años, cobrando un papel destacado en el momento de envejecer.
Armar los fragmentos de la propia vida es señal de madurez. Siendo la incertidumbre interior lo que abre camino hacia el crecimiento personal, que compromete a la propia existencia impregnada de sabiduría.
Ese aspecto de mujer luchadora, vitalmente útil, con esa pregnancia que da la fuerza activa, que reanima al propio deseo, constituye un impulso motor para hacer de una mujer alguien singularmente cautivante.
Provista de estos dones hay algo de sabiduría inquietante que refleja su propio estilo de sortear las vicisitudes de este momento. Siendo una buena ocasión para rescatar viejos sueños o proyectos sepultados; destrabarse y arrancar puede ser una clave para no quedar anclado en la resignación.
Acompañado por el entusiasmo que es esa, cualidad de transformar lo que nos rodea, impulsada por la fuerza de reconciliación con una misma y con la realidad, cuyos alcances abren vías de acción más profundas, augurando una riqueza que viene al auxilio de una pasible existencia estacionada.
Acompañado por el entusiasmo que es esa, cualidad de transformar lo que nos rodea, impulsada por la fuerza de reconciliación con una misma y con la realidad, cuyos alcances abren vías de acción más profundas, augurando una riqueza que viene al auxilio de una pasible existencia estacionada.
Dice Ortega y Gasset: "El hombre es su proyecto". Responder con sabiduría al devenir de los cambios en la madurez, hace cobrar una saludable dinámica de crecimiento. Confrontando viejos estereotipos versus nuevos desarrollos, conlleva a cultivar una conciencia más integrada que responde a los desafíos de la vida con la capacidad de enfrentar y resolver.
Para Reflexionar:
"La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco
Los días se convierten en años
Pero lo importante no cambia
Tu fuerza, tu convicción, no tiene edad
Tú espíritu es el plumero de cualquier telaraña
Detrás de cada línea de llegada
Hay una de partida.
Detrás de cada logro
Hay otro desafío
Mientras estés vivo
Sentite vivo
No vivas de fotos
Amarillas.
Seguí aunque todos esperen que abandones
No dejes que se oxide
el hierro que hay en vos
Hace que en vez de
Lástima te tengan respeto.
Si no podes correr, trotá
si no podes trotar
camina
Si no podes caminar
usa un bastón
Pero, nunca te detengas,
Solo hazlo".
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