miércoles, 25 de enero de 2012


¿ QUE NOS PASA, JOVENES?



“Se empieza a andar por la vida con el paso pachorriento del filosofo y del clochard, reduciendo cada vez mas los gestos vitales al mero instinto de conservación, al ejercicio de una conciencia mas atenta a no dejarse engañar que a aprehender la verdad”
Cortazar, “Rayuela”.

Según mi interpretación personal de esta frase de uno de los intelectuales mas “nacionales y populares” de nuestro país, crecer significa volverse cada día un poco mas realista. Ir adaptándose, gradualmente a la vertiginosa realidad y con ello, ir asumiendo cada día un poco mas de responsabilidades diferentes. Siendo yo misma una persona joven, me preocupa lo que escucho, veo, percibo y comparto no sòlo con mis contemporáneos sino con las generaciones más jóvenes.

En otros tiempos, estar en la veintena y no tener una perspectiva de futuro era directamente estar “enfermo” o ser un “fracasado”. Y si, el modelo de estado de bienestar desplegado a partir de los 30 en todo el mundo, e importado a la Argentina con el primer gobierno Peronista, enseñaba paternalmente, los marcos valorativos que guiaban a los ya extintos “ciudadanos” en el camino de la vida.

“La fàbrica”, “el club”, “el rioba” mas aporteñado, aparecían como espacios de construcción y reproducción de un lazo social fuerte que establecía responsabilidades y derechos para con uno mismo, para con los otros, y sin saberlo, inconscientemente, para con la comunidad.
Con esto no busco pecar de melancólica, solo tratar de pensar un poco el traspaso de una sociedad “estructurada” a otra “globalizada” que termina con las limites y nos hunde en el mar de la incertidumbre.

Este es el mundo, que mi generación encontró. Una sociedad sumida en el individualismo y en la ruptura de todo tipo de solidaridad. Un mundo en el que los valores como ideales que dotan de sentido no solo a la vida individual sino también a la colectiva, son una perdida de tiempo. Una jungla, realmente de cemento. Desde mi perspectiva, un poco exagerada quizà, el mejor ejemplo del caos hobbesiano.

La última dictadura cívico-militar (y permítaseme remarcar cívico) no solo produjo las consecuencias popularmente conocidas e imperdonables de la desaparición de toda una generación de jóvenes idealistas, sino que cumplió con su cometido: nos sumió a todos en el terror. Paso a explicar.
Últimamente, abundan los artículos e investigaciones que indagan y debaten acerca de la situación de la juventud hoy en día. Jóvenes adultos, adolescentes que no quieren trabajar, que no quieren estudiar, que no tienen límites. De la vereda de enfrente, los padres cansados y sobrepasados por hijos que no terminan de entender.
¿No seremos al fin y al cabo las dos caras de la misma moneda?
Padres que por exceso de censura y contención, y sin un complejo entendimiento ( completamente lógico, traumas sociales como cualquier tipo de genocidio tardan generaciones en ser elaborados!) de un proceso que marco sus propias juventudes, se “liberalizaron” con sus hijos y en una actitud mas adolescente que adulta se “pasaron al otro lado”. Yo personalmente me canse de escuchar frases como: “Y yo que viví el proceso y no podía hacer nada, no le puedo negar esto a los chicos…”. Lógica de la negación, pero no de la creación. Una muestra más, de lo compleja y difícil que es siempre la realidad.

En la otra punta del ring, los jóvenes educados en la “libertad plena”, que los que no fueron completamente complacidos, se sintieron descuidados y abandonados por sus padres. Entonces, son “libres para hacer lo que quieren” sin, evidentemente, entender que toda libertad real conlleva responsabilidades y limites y que uno de los ritos de pasaje a la edad adulta implica dejar de responsabilizar a los padres de lo que hicieron o no hicieron. Abandonar la dependencia de lo que uno es en relación a su familia y asumir lo que se quiere ser. En este punto creo yo (observo yo) que la mayoría de los jóvenes se traban.

¿Resultado final?
Padres que culpan a los hijos, hijos que culpan a los padres. Entonces, inter-generacionalmente nos seguimos moviendo en una lógica de afirmación-negación (nos culpabilizamos los unos a los otros sin asumir responsabilidades compartidas) que, propia de todo proceso, si no lleva a una síntesis que habilite una nueva afirmación, nos marca el estancamiento y la imposibilidad del cierre de un ciclo. No hay dialéctica, no hay cambio. ¿Conclusión? No crecemos, ni los jóvenes, ni los padres.

En una sociedad como la nuestra, sumamente invadida por lo etéreo, monopolizada por el discurso ( con poco o escaso fundamento en la realidad), caracterizada por el individualismo y el consumismo, cada vez mas son los jóvenes que literalmente, se quedan paralizados ante un futuro, que si bien nunca brindo certezas cada vez se vuelve mas oscuro y difícil de desentrañar. Por otro lado, los padres después de “haberlo intentado todo” se resignan a la condición de inmovilidad de sus hijos y también terminan paralizados.

Resultado final: una sociedad de gente que vive para trabajar, sin ver, oír, hablar, etc. Volátil, falta de critica, hiper-manipulable. Casi, una imagen Orweliana.

¿Mi conclusión personal, como una Joven casi profesional? Nunca el futuro estuvo comprado por nadie, si bien es real que otro tipo de sociedades brindaron mas garantías (con otros costos, claro esta). Sin embargo, los jóvenes de hoy nos enfrentamos a una situación un poco mas compleja, con menos certidumbres, mas demandas de calificación en el mercado laboral, mayores demandas de consumo del mercado internacional, menos posibilidades de acceder a crédito y con las inestabilidades económicas que ya caracterizan nuestra querida historia Argentina. Si no nos movemos ahora, que tenemos energía, que tenemos posibilidades, que tenemos recursos, difícilmente nuestro futuro sea prometedor. No solo el “nuestro” a nivel personal, como individuos, sino como conjunto, como colectivo que crea y recrea constantemente la realidad social en la que TODOS vivimos.

Por mas “tabique” que tengamos en los ojos, siempre con un poco de voluntad, podemos despertar y volver a empezar!

Paz Rozados Cuniglio-
Estudiante del ultimo año de la carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, U.B.A.
Algunas cuestiones inter-generacionales…
LOS ADOLECENTES DIFICILES




“Los viejos lo creen todo; los adultos todo lo sospechan; mientras que los jóvenes todo lo saben.”
Oscar Wilde

¿Por qué es tan difícil transitar la adolescencia hoy tanto para los jóvenes como para los padres?¿Què los atraviesa en su psiquismo y en su cuerpo, en este proceso de cambio?
La adolescencia es una etapa vital del desarrollo que comienza con el fin de la infancia y actualmente tiene un final poco claro. En estos tiempos parecería que la adolescencia no tiene fecha de vencimiento. La transición hacia la adultez, como el moverse de un ciclo vital a otro que implica mayores responsabilidades, es un camino que en estos momentos parecería generar temores intensos, fobias importantes, depresiones juveniles, etc. Esto genera trabas a la hora de dejar atrás dependencias infantiles para ir camino hacia la independencia.
¿Còmo se los observa a los adolescentes hoy?
Funcionalmente, se los ve con una fuerte sobredosis en la ausencia de límites, baja tolerancia a la frustración, dificultad para elaborar duelos. Los valores trasmutados están a la orden del día. Esto puede verse en la búsqueda del éxito rápido y fugaz, o sea, a través del facilismo, escapando de los procesos necesarios para lograr metas y proyectos.
Estos jóvenes son frágiles, necesitan de mucho acompañamiento y orientación. Limites que les permitan sentirse acotados. Y para esto se hacen necesarias las referencias adultas, las cuales funcionan como modelos de contención que evitan que estos jóvenes caigan en comportamientos riesgosos.
Los adolescentes sufren en general, pero no saben tomar conciencia de sus padeceres, se manejan con la ambigüedad, no toleran la menor crítica aunque èsta sea constructiva. Si bien la adolescencia es un momento de crisis, los adolescentes de hoy, viven en crisis, a tal nivel que muchos padres sienten que sus hijos se les van de las manos.
Estos jóvenes viven en rebeldía, se muestran inestables, susceptibles, hostiles o deprimidos. Otra actitud conflictiva tiene que ver, actualmente, con el temor o no, a satisfacer las expectativas que los padres tienen de él/ ella.  Esta realidad, muchas veces, produce fuertes confrontaciones entre padres e hijos. Los hijos no pueden cargar las mochilas de las expectativas de padres frustrados en sus propias expectativas.
Detrás de un adolescente agresivo, oposicionista, solo se esconde un niño asustado, que se encuentra transitando un duelo, que significa dejar atrás el niño que fue, el cuerpo infantil y los padres de la infancia.
Este es un trabajo interior necesario para ir construyendo una vida con sentido y encontrando una identidad propia. Para que este duelo sea un tránsito sano, es necesario que el adolescente sienta que su vida tiene valor, que puede ser escuchado, entendido y acompañado, pero sin demasiada cercanía. De lo contrario, este proceso se convertirá en un duelo patológico cuyas consecuencias pueden ser: alcoholismo, drogas, adicción a la tecnología, depresiones abiertas o enmascaradas, fobias, trastornos en la alimentación, comportamientos impulsivos, fracaso escolar, etc.
Estas perturbaciones no hacen más que denotar el sufrimiento inconsciente por el que atraviesa este adolescente.
¿Còmo abordar a un adolescente difícil? Dice Juan David Nasio: “Si usted quiere que un adolescente cambie, cambie la mirada que usted tiene de él”.
Lo peor que le puede pasar a un padre es no aceptar a su hijo tal como es, sino mirarlo como quiere que sea, esta trama es percibida por el adolescente y lo deja encerrado en una exigencia paralizante.
Es importante entonces, que el adolescente se sienta reconocido en sus logros en vez de profetizarles fracasos. No compararlo, las comparaciones son vividas como desaliento. Las amenazas no incentivan, producen efectos rebote. Aprender a negociar: saber ser firme pero también flexible. Saber confiar, aprender a distinguir a la persona de sus actos, no condenando una conducta sino tratar de entenderla. Aprender a esperar el tiempo interno de maduración del adolescente, que a veces, no coincide con la edad cronológica.
Algunos de los signos que dan testimonio que los adolescentes están avanzando hacia el camino de las responsabilidades son:
-       Que pueden ir haciéndose cargo de sus vidas y de su futuro.
-       Pueden reconocerse virtudes y defectos, aceptarse tal cual son y sentirse aceptados como son.
-       Que no se empareje en la asimetría con sus padres sino que pueda sentirse querido.
-       Lograr independencia económica.
-       Que aprenda a respetar reglas, normas tanto en la familia como en la sociedad.
-       Que pueda ver en las frustraciones un camino para crecer.
-       Que tenga capacidad para registrar a los otros como personas y no como cosas.
-       Que se respete a si mismo y por ende pida ser respetado.
-       Que lo atraviesen los valores de la solidaridad, la confianza, el ser sincero consigo mismo y con los demás.
-       Que puedan decidir por sí mismos, contando con capacidad de juicio crítico propio que es lo que conduce a tener menos posibilidades de ser manipulados por los otros.

Dentro de los adolescentes difíciles, encontramos la categoría de “hijos tiranos”. Tèrmino acuñado por Vicente G. Genoves quien los define como: “seres egoístas, insensibles ante las necesidades de los demás”.
Estos jóvenes son violentos verbal y físicamente cuando no se cumple su voluntad. Son impulsivos, engañosos y manipuladores. No se pueden hacer cargo de ningún tipo de obligaciones. Tienen tendencia a extorsionar a los demás y también a sus padres.
Amenazas, insultan, humillan porque se sienten con derechos a imponer lo que piensan. Tienen dificultades en las relaciones interpersonales, fisuras en su capacidad de dar y recibir. No dan nada y esperan recibirlo todo. Son narcisistas exacerbados, no logran empatizar ni procesar emociones. Se muestran fríos y distantes emocionalmente.
Otra de las características de estos jóvenes son los fuertes sentimientos hacia la acción ( impulsividad), no miden riesgos, solo desean imponer su voluntad. Buscan satisfacer sus necesidades de forma inmediata, no pueden esperar. En un grado extremo pueden desarrollar un trastorno de conducta anti-social, que cuando no existe el sentimiento de culpa, es posible que estos jóvenes sean potenciales psicópatas.
Estos adolescentes necesitan una fuerte re-educación de sus conductas, de sus valores familiares y sociales como así también, referencias adultas que le muestren lo que está bien y lo que está mal, lo que se puede hacer y lo que no se debe hacer.
Necesitan mucha atención y reglas claras, abordadas con afecto pero con firmeza. Los padres de estos chicos se ven perdidos, ya no saben cómo tratarlos, es más, algunos sienten miedo, no se creen capaces de encauzarlos, están como exiliados de su función.
Si no se cuenta con tiempo, que es presencia y recursos internos, no se puede educar. Hay que buscar trascendencia en el vínculo con los hijos para poder construir lazos sólidos, encontrándole un sentido valorado a la vida. Es en la adolescencia donde comienza a afirmarse la identidad.
Al decir de Freud: “Hay que esperar a la pubertad para que se instale la diferenciación de los caracteres masculinos y femeninos, oposición que, luego, ejerce mas que ninguna otra una influencia decisiva en la manera en como viven los seres humanos”.
Este articulo continuara con otra forma de adolescencia difícil: la “generación NI-NI”.
Continuara…..

EL MALTRATO EN LA VIDA COTIDIANA
VIOLENCIA PSICOLOGICA


“Hay tantas maneras de no ser.
Tanta conciencia, sin saber, adormecida….
Merecer la vida
es erguirse vertical mas allá del mal de las caídas.
Es igual que darle a la verdad
y a nuestra propia libertad, la bienvenida.”

Honrar la vida, Eladia Blázquez
A partir de las observaciones cotidianas y las numerosas consultas por este tema, se hace sumamente necesario definir a la violencia psicológica como determinadas conductas y frases que intentan denigrar, descalificar, la personalidad de otro. Este tipo de relación se basa fundamentalmente en el control, pero èste convive con otras actitudes que conforman lo que se denomina, violencia psicológica. El objetivo principal de la persona violenta es desestabilizar, negar al otro y tratarlo de una manera cosificada, manejando el control en la comunicación para sentir poder y dominio sobre otra persona.
Este tipo de maltrato puede comenzar de una forma muy sutil, como por ejemplo, una mirada descalificadora, una palabra denigrante, un tono amenazador. De lo que se trata es de imponer poder, incomodando, generando tensión. 
La violencia psicológica, se da en un vínculo donde existe una persona que injuria y otra que es injuriada. Aquí es importante destacar el impacto emocional que recibe la persona agredida, sintiendo muchas veces que son las provocadoras del despertar violento del otro. En un primer momento, la violencia verbal puede ser disfrazada, pero va creciendo de manera tal, que se instala como forma de relacionarse naturalizada. Las bromas descalificadoras, los sarcasmos, insultos, que hieren, se transforman en la manera de comunicarse disfuncionalmente, donde la resistencia y el acostumbramiento se convierten en un modo de supervivencia.

LAS MICRO VIOLENCIAS:

Estas pueden denominarse como diferentes actitudes que tienden a descalificar al otro.

COMUNICACION: Se comunican a través de supuestos, malos entendidos, deformando el lenguaje, reproches, quejas, mentiras, sarcasmo, dobles mensajes que confunden y aturden al psiquismo. De lo que se trata es de impedir que haya un diàlogo de intercambio simétrico.

DOMINIO: Es la influencia que se ejerce sobre otra persona tratando de disminuirle su capacidad de critica, quedando así afectadas sus propias percepciones en su yo. El dominio, amedrenta, impide revelarse, la persona violenta neutraliza el deseo del otro, anula su subjetividad y la trata como si esta fuera un objeto.
Lo más destructivo se da a través de sutiles estrategias, como por ejemplo, la coerción, la persuasión, la seducción, esta última tiene la intención de fascinar al otro para dominarlo.

DEPENDENCIA: El violento psicológico busca que la otra persona se vuelva dependiente tanto afectiva como económicamente, de forma adictiva, como si fuera una sustancia.

AMENAZAS: Es un golpe al psiquismo, que deja cristalizada a la otra persona en la incertidumbre con respecto a las posibilidades reales de llevar a cabo las amenazas en la realidad. Por ejemplo, “te voy a sacar a los chicos”.

CHANTAJE EMOCIONAL: Es un modo de violencia grave ya que lleva a la otra persona a que cargue con la responsabilidad de la actitud del violento. Por ejemplo “Si me haces esto, me voy a suicidar”.

INDIFERENCIA: Es mostrarse con falta de sensibilidad y desatención. Actitudes de desprecio y frialdad. Es desestimar las necesidades, los sentimientos y sumir al otro en la inseguridad.

INTIMIDACION: Se relaciona con el mal humor permanente. Son los famosos “caraculicos” tiempo completo. Tiran o revolean objetos, cuyo objetivo es instaurar el miedo.

HUMILLACIONES: Es la falta de respeto, rebajar y ridiculizar, atacando el autoestima, con el propósito de que la otra persona pierda confianza en si misma.

DENIGRACION: Son palabras hirientes, peyorativas, despectivas como por ejemplo, “ Sos un enfermo”, “vos, una depresiva”.

ACOSO: Consiste en vigilar a la otra persona a través de cualquier medio. Como por ejemplo vía mails, mensajes de texto, etc.

AISLAMIENTO: Es tratar de aislar a la persona de su entorno, de familia, amigos, compañeros de trabajo. Esto conlleva a que una persona quede bajo absoluto control del individuo violento.

CELOS PATOLOGICOS: Tienen que ver con fuertes sentimientos de posesión. El otro debe ser exclusivo en la vida. Los celos parten de un gran sentimiento de inseguridad.

CONTROL: Es una modalidad para imponerle al otro, o sea còmo tiene que ser, còmo tiene que pensar, còmo tiene que sentir, còmo tiene que vestirse, etc.

GRITAR: Es una modalidad disfuncional aprehendida en la manera de comunicarse. También es una forma de amedrentar al otro para callarlo.

INVERSION DE LA CULPA: La persona agredida se siente culpable de despertar la ira en el otro. Sienten que no lo saben llevar o que no encontraron un comportamiento adecuado para satisfacer el narcisismo de su agresor.

Entonces, en resumidas cuentas, la violencia psicológica es un modo de relacionarse cuyo principal estandarte es la dominación de la otra persona, se intensifica con el tiempo y tiende a destruir la autoestima. El agresor es siempre un negador de sus actitudes y lo que necesita es sentir que tiene el poder sobre el otro.

La violencia psicológica, generalmente va acompañada de la violencia física, a la cual me referiré en otro artículo.

Al decir de Freud: “Así, cuando (la madre) grita, el sujeto recuerda sus propios gritos y revive sus propias experiencias dolorosas”.



miércoles, 18 de enero de 2012

Las mujeres que trabajan y las culpas


"En el trabajo, piensas en los ni;os que has dejado en casa.
En el hogar, piensas en el trabajo que has dejado sin terminar.
Semejante conflicto has desatado en ti misma:
tu corazon estara casi siempre rasgado."


Introducción

                Hace más de cuatro décadas se inicia una tendencia de mayor participación femenina en la esfera pública, esfera reservada para los hombres.
                Es bastante observable esta transición, considerando que el rol central de madre y esposa ha quedado fijo como principal rol de la mujer.
                El trabajo nos provee de identidad, independencia económica, autonomía y la capacidad para conectarnos con nuestros propios deseos. Pero a pesar de todos estos aspectos positivos nuestra cultura ha marcado al rol de la maternidad, del cual depende la autoestima de muchas mujeres, como realización principal, aunque en la actualidad para muchas mujeres esto ya no es suficiente.
                No trabajar afuera del hogar es no pertenecer, no sentirse involucrada en una comunidad que integra y da referencias. Algunas mujeres que trabajan y además sienten placer por lo que hacen, pueden manejar su dinero, el tiempo y la independencia que esto implica. Algunas de ellas sienten que están perturbando el pacto familiar por el cual el placer solo debe estar dentro del hogar y con los hijos.
                Las familias de la posguerra y de la industrialización nos dejaron como legado el trabajo como sinónimo de sacrificio, esfuerzo y sufrimiento como valores familiares, éstos eran transmitidos por las madres y las abuelas, quienes se constituyeron en las cabezas de las familias. Los objetivos de estas mujeres eran claros: en el caso de las inmigrantes la continuación de la familia en la nueva tierra y una vida exitosa para sus hijos, como compensación de la propia falta de éxitos. Por lo tanto el rol de las mujeres debía ser el de las fuertes organizadoras del clan familiar.
La mujer dependiente y los mandatos culturales
                La mujer dependiente muestra una imagen querida, por su bondad, su falta de agresión, su generosidad, abnegación, por su capacidad para estar al servicio de los demás y por el abandono de sus propios intereses y deseos en beneficio del bienestar familiar. Curiosamente esta imagen de renunciamiento despierta sentimientos de culpa, creando un vínculo ambivalente de amor-odio, atracción-rechazo. Estas mujeres buscan ser necesitadas y queridas a través de ese modelo que algún aspecto les brinda seguridad.
                También se las vio a estas madres como fuertes y aguantadoras pero tristes y frustradas. En este punto se puede vislumbrar una frase encubierta que aparece como queja: "Soy una sirviente, que no sirvo para nada, nada...", lentamente esta queja se transforma en una fantasía:"si yo pudiera trabajar y ganar dinero no toleraría esta situación, esto lo hice por ustedes". Aquí se ve claramente la culpa recayendo en los hijos y también como aparece la rabia y la crítica al marido pero desplegada no abiertamente si no a través de la queja y el reclamo, esto también está limitado por las pocas horas compartidas, ya que el rol del hombre está afuera, en el ámbito público. Porque la necesidad de reconocimiento y los parámetros de identidad del hombre-padre, pasan por su relación con el trabajo, el poder, el dinero, el prestigio en el afuera.
                La mística de la femineidad, al servicio de los demás pero no de sí misma, condujo a la mujer a dedicarse a los deseos y necesidades de su familia. Esto llevado a su perfección produce el síndrome de la "madre mártir" y el de esposa y madre asfixiante. No pasa lo mismo con el hombre, si bien estos también influyen sobre los juicios de la familia, le afectan de diferente forma. Los hombres son juzgados y se juzgan a sí mismo según las demandas de la cultura. Para el hombre la idea de combinar el autodesarrollo con el servicio a los demás les parece algo complejo, en cambio para la mujer parecería que es algo natural de su identidad de género. El hombre es, fuerte por naturaleza y por lo tanto asumirá la protección de su mujer "naturalmente débil". Estas supuestas diferencias secuenciales se expresan en los distintos roles que asumen hombres y mujeres(roles tradicionales).
                Las mujeres son básicamente esposas y madres, en consecuencia desempeñan las tareas domésticas(trabajo no categorizado como trabajo porque no es remunerado, porque no se sale a trabajar afuera, es un trabajo invisible, no valorizado) como si fuera expresión de su naturaleza y no un trabajo socialmente asignado. En cambio los hombres trabajan en el mundo exterior, ocupan puestos de producción extra domésticos y funciones públicas.
                Esto nos muestra una gran diferencia: el hombre de acción es el que triunfa sobre los demás. Dicha afirmación puede ser tramposa por que la ideología del sacrificio requiera que alguien (la mujer) se sacrifique y se satisfaga con la postergación de sí misma, hay uno que posterga y otro que causa su postergación (esposo-hijos), esto genera culpa y generalmente los que se sienten culpables son los hijos, quedando así atrapados en una deuda moral con su madre. En este tipo de intercambio se pierde el sentido de reciprocidad.
                En éstas familias tradicionales las relaciones de pareja se estableció por jerarquía, el hombre era el jefe del hogar y la mujer y los hijos sus subordinados. Este modelo jerárquico venía legitimado desde lo social.
                La importancia del modelo social para la construcción de la familia siempre fue y es muy importante, desde allí se estructuran las modalidades de pareja y se determinan las conductas de los miembros de la familia.
                La modalidad más común en la que estos mensajes se transmitieron es la contradicción entre la conducta y el discurso verbal, por ejemplo actuar como una perfecta ama de casa y quedarse todo el día con rabia acerca de estas tareas.
                El mal humor, la insatisfacción y las quejas de este modelo de mujer-madre-esposa, muestra un gran desconocimiento sobre sí misma, sus necesidades, su falta de proyectos personales y deseos propios.
Las nuevas mujeres en proceso de cambio

                El proceso de creación de un nuevo rol femenino es un movimiento dialéctico entre ella, la sociedad y la cultura. Así como todavía se encarnan valores culturales como la sumisión, postergación y mansedumbre, la mujer tiende a actuar cada vez con más fuerzas, tratando de romper con estos valores, convirtiendo por ejemplo, el sometimiento en fuerza crítica que la conecte con sus propios intereses y deseos.
                Quizás esta nueva forma de actuar pueda ser mirada como transgresora, pero este estilo de mujer más actual es la creadora de un tiempo y un espacio para la realización de proyectos personales.
                Lo que define a una mujer como creadora es el enorme esfuerzo que realiza por auto reconocerse, saber más sobre sí misma, recreándose así en la lucha para lograr una identidad más valorizada que no solo tenga que ver con el hogar y la familia y el servicio a los demás.
                La alegría de ir logrando lo que nosotras esperamos de nosotras mismas es un proceso creativo, crearnos a nosotras mismas es un acto de reparación, del mismo modo que la culpa puede ser uno de los mayores obstáculos. A partir del replanteo que la mujer haga de su propia vida van a ir apareciendo los diferentes niveles de su realización personal desde la relación con su propio cuerpo, el vínculo con los demás, con el hombre, con sus hijos, consigo misma, con el tiempo y con la espiritualidad.
                Esta mujer se reconoce como resultante de su propio trabajo fecundo y no de su esterilidad, esto solo puede producirse a través de las crisis y conflictos que a veces son muy dolorosos pero que ayudan a encontrar esos cambios que tienen que ver con descubrir la auténtica identidad.
                Crecer implica riesgo pero postergarse también. la sensación de complacerse, a sí misma es algo ajeno a muchas mujeres, en general, estas han hecho una gran inversión emocional en pos de la vida familiar. Sentirse eficaz y libre conlleva a mantener mejores vínculos con los demás.




                                                                                                           Continuará...






LOS CELOS




tan parecida a los ángeles, teman apoderarse de ti.
para que un doble crimen te condene,
jura que eres inocente”
Otelo- William Shakespear

Otelo a Desdémona: “Ven aquí, júralo y condénate,
no sea que los mismos demonios, viéndote


DESDE UNA SIMPLE SOSPECHA A LA CELOPATIA….

Los celos tienen que ver con una necesidad de entrar en el universo mental del otro, es un malestar actual e hipersensible de estos tiempos y de antaño ¿Còmo se juega el temor a que otro no nos ame?
Los celos son afectos que pueden ser entendidos en el presente como un sentimiento inevitable que inunda la realidad psíquica socavando el espacio mental con dudas, dobles mensajes, ocultamientos, mentiras, etc. Pero lo esencial de los mismos proviene del pasado, de la vida infantil de una persona y del lugar que ocupò en su familia. Quizás este presente, se encuentre entorpecido por el pasado que con su cortejo de inseguridades persecutorias reales o imaginarias, que producen mucho sufrimiento. El celoso no se nace, se hace de a poco.
En esta trama inconsciente es donde se alojan los celos. Una dosis de celos saludables resultan ser un componente interesante en la vida amorosa, porque en algunos casos puede ser una condición para despertar el deseo adormecido.
Los celos transitan por diferentes momentos: pueden transitar primero por una fantasía, luego convertirse en un afecto destructivo hasta llegar a ser tòxico. En estos celos habita una susceptibilidad herida, donde una nimiedad es vivida como una tragedia, encontrar alguna señal basta para destruir los argumentos que la rebaten para estallar de celos.
Los celos tóxicos están acompañados por fuertes sentimientos de inseguridad y falta de confianza en uno mismo. Para el celoso, cualquiera es un potencial enemigo-rival, cualquier tipo de situación que no puedan controlar es vivida como una amenaza o peligro porque se manejan con un tipo de pensamiento rígido, lógico, donde se juega la sinrazón, en su lucha con la razón. ¿Por qué le pasa esto? Porque el celoso es una persona con un alto grado de dependencia emocional cuyo origen es haber sido lo único màs importante para la madre cuando era bebè, relación que le deja huellas importantes en el psiquismo.
El celoso mira al otro como un patrimonio personal, la posesividad deviene del temor a perder a la persona amada, èste es uno de los aspectos más tóxicos de los celos. Reclaman, persiguen, controlan, necesitan ser amados incondicionalmente, son apegados. No tienen registro de la otredad, o sea, el registro del otro como un sujeto independiente, que siente, piensa y actúa de manera diferente a lo que el celoso espera. Permanentemente necesita que le garanticen que el/ella es lo único mas importante en la vida del otro.
El celoso duda todo el tiempo, pero sobretodas las cosas duda de si mismo, porque sufre de fracturas en su amor propio, la duda se apodera de el y lo deja en una situación de inferioridad.
Se relacionan de una manera fusional y reclaman todo el tiempo exclusividad (simbiosis con la madre es lo que tratan de repetir) proyectan en el otro su propias desvalorizaciones, no se permiten disfrutar, están arrastrados por una pulsión tanàtica porque con sus celos lastima las emociones.
Los celos nada tienen que ver con el amor maduro, sino que al celoso lo atraviesa el exceso de amor propio, o sea, su narcisismo exacerbado es lo que lo deja cristalizado en un rol infantil-dependiente.
El vínculo lo establece básicamente  a través de la desconfianza por ende todo lo que diga o haga la persona celada será usado en su contra. El celoso tratara de coartar permanentemente los espacios autónomos de su pareja, a esto lo conduce la necesidad de apoderarse del deseo del otro, para que sea unidireccional, o sea solo hacia su persona. Necesita ser el centro exclusivo del universo de la vida, esta cualidad torna a los celos en la entidad de enfermizos, porque no toleran la angustia de no ser elegidos como lo único importante todo el tiempo.
Estos modos de funcionar no hacen mas que re-significar el haber sido exclusivo para el amor de la madre en la simbiosis que se produce cuando nace un bebè. El celoso no puede renunciar a la perdida de ese amor absoluto.
Los celos tóxicos no le permiten a las personas que los sufren disfrutar de la vida, sentir satisfacciones.
La celotìpia, forma exacerbada y patológica de los celos, se observa cuando una persona no puede dejar de controlar obsesivamente al otro, donde cualquier atisbo de una posibilidad de infidelidad la consume a través de una persecución que puede tornarse delirante. Esto ocurre aunque la posible infidelidad sea un dato sacado de la realidad o de su propia imaginación.
Aquí se ponen en juego los mecanismos de control intrusivos como son revisar celulares, mails, msn, cajones, maletines, carteras, etc. Este tipo de celos los sufren los individuos que padecen de fragilidad emocional, y están relacionados con la falta de confianza en si mismos, donde el querer retener todo el tiempo al otro para controlarlo todo, se constituye en un modo vincular disfuncional, quedando así la autoestima totalmente dependiente de la otra persona.
Nadie puede ser el representante de la propia estima, la forma en la que se percibe la realidad va a estar sujeta por la estructura de personalidad que puede ser más saludable cuànto màs realista alguien se sienta. El celoso cuando no tiene motivos para celar, los inventa porque en esto existe un goce patológico.
¿De que dependerá que un bebè se transforme en un potencial celoso tòxico? Del tipo de vìnculo que la madre estableció en sus primeros tiempos de vida, si su psiquismo pudo percibir la figura del padre como transmisor de la ley para permitir una separación exitosa de esa relación fusional madre-hijo. Al decir de Lacan: “El deseo siempre es el deseo del OTRO, deseamos que el OTRO nos desee, deseamos ser el principal deseo del OTRO”.
Celosos, confìen màs en si mismos, nadie les podrá firmar una garantía de amor y fidelidad eternas. Es importante estimular el diàlogo abierto y sincero, evitando suposiciones o malos entendidos, en vez de controlar el deseo del otro.



lunes, 16 de enero de 2012


La mujer en la madurez:


Un chispazo hacia la vitalidad
 
"La mujer madura posee
 un atractivo propio
un momento de gloria"
                Rosa Montero (La hija del Canibal)
          En un contexto social tan preocupados por la eterna juventud, entrando deliberadamente y a cualquier costo, el proceso de envejecimiento, como parte vital de un ciclo, donde el Viagra, los liftings y todo tipo de cirugías, están en las marquesinas de la vida, se hace difícil entender esta etapa como un momento, un refugio, que cobijado de experiencias, que brinda la posibilidad de enriquecimientos.
                También se puede experimentar otra manera de transitar esta etapa: Formularse nuevas preguntas, desanudando viejas ataduras, trazando el debe y el haber de lo vivido revisando éxitos y fracasos, se puede ir trazando una especie de backstage de la propia vida.
                La interpretación que cada mujer pueda hacer de lo que significa envejecer, va a ser el resultado de su propia experiencia, siendo la capitalización de los aprendizajes, las convicciones hondas y vitales, un puñado de frondosas inquietudes, una sólida reserva de sensatez, una actitud chispeante, y divertida, un bagaje de dones, que otorgan un auténtico valor a la existencia y pueden convertirse en un desafío inquietante para abordar la vida.
                Tomar consciencia, crear, despertar y decidir que se espera en esta etapa, puede transformarse en un fuerte envión.
A veces el miedo a envejecer hace que este proceso se precipite rápidamente. Las actitudes y pensamientos rígidos, estructurados, marchitan el alma y el cuerpo.   Realizar un pequeño esfuerzo diario para mantenerse perceptiva, conectada con los estados de ánimos, aprender a enlazar las emociones con las vivencias, prestar atención a las señales que envía el cuerpo, puede ser una vía que conduzca hacia una forma más flexible de aceptar tanto los cambios físicos como los psicológicos que nos esperan en los diferentes momentos de la vida.
                El cuerpo y la mente responden a un tiempo, a un devenir subjetivo, y cuando se puede descubrir que los años de edad son años de vida, éste descubrimiento se convierte en un soporte sustancial que da acceso a la sabiduría, siendo el modo de envejecer la respuesta a la manera en la que se vivió.
                La sabiduría, ese aspecto esplendoroso, en esta nueva etapa vital, embriaga e ilumina a esa mezcla de candor y seducción, donde la alegría cargada de frescura y coraje, sustentan la grandeza de la madurez.
                Es importante utilizar a pleno las capacidades físicas, intelectuales, emocionales, establecer sanas relaciones afectivas que se convierten en aportes sustanciales para la calidad de vida. Movilizada por la experiencia se va inscribiendo de manera afianzada el estilo de envejecer.  Combatir con la vida, mirándola de frente se puede construir un dispositivo fundante de la subjetividad dice un versículo del Antiguo Testamento del reinado de Salomón:
"La alegría del corazón es la vida para un hombre, el gozo es lo que le da longitud de vida".
                En cada momento vital, en cada crisis personal existe una posibilidad oculta de crecimiento, que traduce un bagaje de saber que, apela a superar los determinismos, dejando detrás de si una estela de experiencias, convirtiendo a cada mujer en amante de sus propios recursos.
                La etapa madura deja como herencia una mirada de la vida desde un profundo sentido de sabiduría, siendo la propia historia la brújula que acompaña el tránsito de los años, cobrando un papel destacado en el momento de envejecer.
                Armar los fragmentos de la propia vida es señal de madurez. Siendo la incertidumbre interior lo que abre camino hacia el crecimiento personal, que compromete a la propia existencia impregnada de sabiduría.
                Ese aspecto de mujer luchadora, vitalmente útil, con esa pregnancia que da la fuerza activa, que reanima al propio deseo, constituye un impulso motor para hacer de una mujer alguien singularmente cautivante.
                Provista de estos dones hay algo de sabiduría inquietante que refleja su propio estilo de sortear las vicisitudes de este momento. Siendo una buena ocasión para rescatar viejos sueños o proyectos sepultados; destrabarse y arrancar puede ser una clave para no quedar anclado en la resignación.
                Acompañado por el entusiasmo que es esa, cualidad de transformar lo que nos rodea, impulsada por la fuerza de reconciliación con una misma y con la realidad, cuyos alcances abren vías de acción más profundas, augurando una riqueza que viene al auxilio de una pasible existencia estacionada.
Dice Ortega y Gasset:    "El hombre es su proyecto".                Responder con sabiduría al devenir de los cambios en la madurez, hace cobrar una saludable dinámica de crecimiento. Confrontando viejos estereotipos versus nuevos desarrollos, conlleva a cultivar una conciencia más integrada que responde a los desafíos de la vida con la capacidad de enfrentar y resolver.
Para Reflexionar:
"La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco
Los días se convierten en años
Pero lo importante no cambia
Tu fuerza, tu convicción, no tiene edad
Tú espíritu es el plumero de cualquier telaraña
Detrás de cada línea de llegada
Hay una de partida.
Detrás de cada logro
Hay otro desafío
Mientras estés vivo
Sentite vivo
No vivas de fotos
Amarillas.
Seguí aunque todos esperen que abandones
No dejes que se oxide
el hierro que hay en vos
Hace que en vez de
Lástima te tengan respeto.
Si no podes correr, trotá
si no podes trotar
camina
Si no podes caminar
usa un bastón
Pero, nunca te detengas,
 Solo hazlo".