miércoles, 21 de diciembre de 2011


Un Malestar Actual 
                    

                    La dificultad de muchos padres para marcar límites


            “Lo que el niño no comprende es el poder presuntamente educativo que pretende darle una ética, cuando la persona que tiene ese poder no se somete a esa misma ética”.
                                                                                                          Françoise Dolto


Françoise Dolto (6 de noviembre de 1908 – 25 de agosto de 1988), fue una médica pediatra y psicoanalista francesa famosa por sus descubrimientos en psicoanálisis de la infancia.






            En el trabajo cotidiano, observo permanentemente a padres como perdidos en el tema de los límites. Si estos no se muestran adultos y firmes, en una familia, cuesta mucho distinguir quienes son los grandes y quiénes son los chicos.
            Ésta confusión puede generar grandes consecuencias, porque tanto los chicos como adolescentes necesitan como referente a una persona adulta que los acompañe en su crecimiento con afecto pero con firmeza.            Los padres no ponen límites, los chicos se lo piden con sus actos: Caprichos, descontroles, desafíos.
            En muchos hogares parecería que el modelo que se impone en la actualidad, en la relación padres-hijos, es la simetría, el igual a igual, este tipo de relación impide el crecimiento y la madurez emocional.
            No hay que convertirse en amigos de los hijos, hay que ser padres, de lo contrario el vínculo queda basado en la falta de discriminación de límites, en dónde los chicos creen que todo lo pueden y que los padres están nada más para complacerlos.
            En estos momentos existe una sintomatología social que afecta mucho a los adolescentes y tiene que ver con el fracaso escolar, la falta de motivaciones, la violencia, y todo tipo de adicciones.  Me parece que en este punto necesitan ser rescatados por padres que se desenvuelvan con roles claros. Si un padre o una madre actúan desde un rol de amigo lo hace desde el identificarse con ellos desde sus propios aspectos infantiles.
            El vínculo simétrico con los hijos genera mucha desconexión emocional, es muy dañino, los chicos hacen lo que quieren y las familias se vuelven muy disfuncionales.
            Tanto los chicos como los adolescentes necesitan ser escuchados en sus inquietudes. No es saludable que ellos sientan que son los que mandan. Es necesario que los padres aúnen criterios de educación entre ellos, evitando alianzas.
            El mensaje de los adultos debe ser claro, de lo contrario confunde y crea malos entendidos.    Se necesita presencia afectiva, escucha receptiva, seguridad y convencimiento de que el límite es sumamente necesario para el desarrollo emocional.
            "Ojo" con los padres sobreprotectores: hijos sobreprotegidos son a los que se le dan todos los gustos, les evitan todos los sufrimientos y frustraciones, deciden por ellos, están rodeados de un ambiente fantástico e irreal, ó sea, son chicos que están preparados para complacer a los adultos, como consecuencias van creciendo con una imagen de sí mismo muy negativa, no saben tomar decisiones por que las han tomado por ellos, por ende quedan más expuestos a la manipulación de los demás.
            En el otro rincón los padres permisivos dejan que los jóvenes hagan lo que quieran, no imponen normas, no cuidan sus salidas, horarios, amigos. Estos padres dan por sentado que sus hijos son dueños de sus actos.
            Los chicos criados en este ambiente son caprichosos, intolerantes, pero al mismo tiempo son inseguros y vulnerables. Crecen en un medio de mucha confusión.
            No registran a las personas que representan autoridad y corren el riesgo de sentir la permisividad de sus padres como falta de afecto o interés hacia ellos.
            Aprender a confiar en nuestros hijos, en sus fortalezas y debilidades, en sus capacidades, mostrarles que de los errores y fracasos se puede aprender mucho.   Ayuda a consolidar una mejor autoestima, un adolescente con una autoestima fuerte tiene menos riesgos por ejemplo de caer en las adicciones como la droga o el alcohol porque se sabe cuidar y diferenciar que es lo mejor para sí, puede elegir con libertad
            Padres autoritarios: Generan hijos dependientes e inmaduros. Imponen mal sus normas, a través de la violencia que no tiene que ser solo física, también está la violencia emocional y psicológica que muchos pueden ejercer sobre sus hijos.
            Marcar fronteras claras, delimitadas por el respeto mutuo y dejando discriminado el rol adulto del infantil o juvenil, conlleva a vínculos más maduros y saludables entre padres e hijos...

                                                                                  Continuará...

3 comentarios:

  1. Hola!!
    Lic. la felicito, es un artículo sumamente interesante, que todos los padres debiéramos leer.
    Qué importante que alguien nos ayude a abrir nuestra mente, y observar algunas conductas tanto nuestras como de nuestros hijos.
    Me encantaría seguir recibiendo sus artículos, y desde ya, muhas gracias.
    Marta

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  2. HOLA LICENCIADA !!!!!!! TENGO DOS HIJOS ADOLECENTES , AL LEER ESTE ARTICULO ME SENTI IDENTIFICADA CON LA FRASE NO HAY Q SER AMIGOS DE LOS HIJOS SINO PADRES . SOBRE ESO ESTOY TRABAJANDO A DIARIO , LOGRANDO EL RESPETO Q MEREZCO Y SOBRETODO Q LA ULTIMA PALABRA SEA LA MIA . MUCHAS GRACIAS , EXCELENTE ARTICULO .

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  3. HOLA LICENCIADA.TOTALMENTE DE ACUERDO CON SU ARTICULO . Y EN ESTOS TIEMPOS DONDE HAY UN RELCION SIMETRICA ENTRE EL HIJO Y EL PADRE, REALMENTE EN MUCHOS HOGARES SE OBSERVA COMO SIEMPRE SE DIJO "QUE EL OFICIO MAS DIFICIL ES EL SER PADRES·
    GRACIAS, LICENCIADA .SU ARTICULO ES CLARO Y EN SU RELATO ME SENTI IDENTIFICADA DEBEMOS "APRENDER A CONFIAR EN NUESTROS HIJOS...."M LUJAN DE POMPEYA

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