viernes, 30 de diciembre de 2011



Síndrome del nido vacío  



Un momento de la mujer para re-pensarse




" Defender la alegría como una trinchera 

   defenderla del caos y las pesadillas 
   de la ajada miseria 
y de los miserables 
de las ausencias breves y de los definitivos"
                       Mario Benedetti:" Defender la alegría"



El síndrome de nido vacío es una forma de depresión que viven algunas mujeres, a veces puede aparecer de una forma encubierta, y otras a través de un claro y llano estado depresivo.


      Este síndrome es más común en mujeres de mediana edad que en hombres y se relaciona con la partida de los hijos del hogar por diferentes motivos: Porque se casan, o deciden ir a vivir solos, por cuestiones laborales, de estudio, o simplemente porque quieren independizarse.


Al transitar esta etapa de la vida, algunas mujeres sienten la vivencia de un malestar psicológico generalizado, aunque no se quejen abiertamente, los sentimientos de tristeza y desánimo se hacen presente, como así también altibajos emocionales, cambios en el humor, como si tuvieran el corazón amilanado.


Lo que se vive como pérdida no es solo la partida de los hijos del hogar, sino también la caída de la tersura de la juventud, el paso del tiempo, puede lograr que ya no se sientan tan seductoras, sumándose a esto la pérdida de la fertilidad. Emili Bluchman las llama:" Madres en paro involuntario".


Este es un momento de duelo, que cuando la propia esencia está atascada, se siente un gran vacío existencial, que denuncia el déficit en la relación que cada mujer tiene con su propia identidad. La superación de este duelo va a depender de los recursos internos con los que cuente, también del vínculo de pareja que se haya construido hasta ese momento, apostando, a un comportamiento cuidadoso, dinámico e innovador que impida quedar monopolizada en el sufrimiento. Es interesante crear, desde el Síndrome de Nido Vacío, un abanico de posibilidades constructivas, encontrando nuevas claves para disfrutar, gestando conductas superadoras, que inciten a salir del derrotismo a través de propuestas innovadoras en esta nueva etapa. 
 La falta de un deseo definido, fuera de cuidar y atender a los demás, las deja a estas mujeres como exiliadas de sí mismas. Si miran hacia adentro, en un viaje introspectivo, pueden no visualizarse, porque la complacencia se les convirtió en el principal modo de operar en la vida. 
 Son mujeres que por movilizar, atender y contener afectos ajenos se olvidaron de reconocer los propios, por generar sentimientos en los demás, se quedaron sin sentimientos hacia ellas mismas. Por mirar a través de las demás no se ven a sí mismas. Esto sucede porque a veces solo la mirada de los otros pueden devolver una imagen propia  valorada y reconocida.


Estas mujeres se quedaron en una actitud arraigada sin poder responderse por sus inquietudes y expectativas, mujeres que quedaron en deuda permanentemente con sus deseos.  El deseo es el que pone en marcha la voluntad, es lo que mueve hacia adelante, a conocer lo que no se sabe. Por eso es importante tener la grandeza de asumir ese miedo al vacío, que da cuenta en esta etapa del silencio fallido con una misma.  También este momento puede convertirse en una buena ocasión para repasar las ventajas acreditadas, como es la de disponer de mayor libertad, más tiempo, siempre existe alguna actividad o sueño que pudo haber quedado como asignatura pendiente. 
Ésta es una buena posibilidad para levantar viejos deseos o proyectos caídos. 
La creatividad personal tiene que estar sujeta la sensibilidad frente a los cambios, que sugieren crecimiento, solidez, madurez, estabilidad emocional y confianza. Encontrando ese lado extraño, abandonado, por una misma, reconociendo la estima personal, genera una nueva visión del mundo interno más vigoroso, con un espíritu más atrevido, para no tornarse  amiga de la desesperación, es importante ir encontrando permiso para habilitar el cambio; creando así una visión más definida de la vida como mujer. 
Ser capaz de pensarse a una misma desde una sensibilidad cautivante, resinificando este nuevo momento de la vida con una actitud adaptativa, optimizando los recursos más fuertes, que movilicen verdaderas motivaciones que inciten a pequeños y grandes desafíos, puede ser una potentoza invitación a madurar. 
Dice Goethe: " Cualquier cosa que puedas o  
  sueñes hacer, empiézala. 
  hay genio, poder y magia en el valor".


Cada mujer cuenta con la posibilidad de decidir ver su propia vida, cada día, como un camino nuevo por recorrer o quedarse anclado en lo más viejo, conocido y familiar.  La diferencia está dada en que algunas mujeres crecen y otras envejecen. 
Crecer implica, además de otras cosas, aprender a quererse y como, consecuencia aceptarse, envejecer es un proceso fisiológico, pero todo está relacionado con la resignación ante el paso del tiempo que va por la vereda contraria de lo que es la aceptación. Resignarse deja una carga de frustración, bronca, insatisfacción, entonces, se envejece mental, física y espiritualmente más rápido. Aceptarse es quererse, y quererse es crecer. 
 Para las arrugas que aparecen en el cuerpo, que muestran que el tiempo va trascurriendo, la cirugía plástica y el mercado cosmetológico ofrecen diferentes soluciones para todas las edades, tipos de pieles y arrugas.


Existe en la actualidad una gran tendencia a tapar las huellas que deja el paso del tiempo, pero para las arrugas del corazón y del alma, todavía no apareció ningún producto que las borre luego de un breve tratamiento.


      La risa, el buen humor, una actitud flexible, los deseos, estar abierta a lo nuevo, son para el alma lo que el colágeno y la elastina para la piel, estiran las arrugas del corazón y ayudan a nutrirse de una mejor calidad de sentimientos, pensamientos y actitudes positivas, hacen huellas al optimismo


Mujeres:  Podemos elegir crecer o envejecer 
  ¿Que estás eligiendo vos?


miércoles, 21 de diciembre de 2011


Un Malestar Actual 
                    

                    La dificultad de muchos padres para marcar límites


            “Lo que el niño no comprende es el poder presuntamente educativo que pretende darle una ética, cuando la persona que tiene ese poder no se somete a esa misma ética”.
                                                                                                          Françoise Dolto


Françoise Dolto (6 de noviembre de 1908 – 25 de agosto de 1988), fue una médica pediatra y psicoanalista francesa famosa por sus descubrimientos en psicoanálisis de la infancia.






            En el trabajo cotidiano, observo permanentemente a padres como perdidos en el tema de los límites. Si estos no se muestran adultos y firmes, en una familia, cuesta mucho distinguir quienes son los grandes y quiénes son los chicos.
            Ésta confusión puede generar grandes consecuencias, porque tanto los chicos como adolescentes necesitan como referente a una persona adulta que los acompañe en su crecimiento con afecto pero con firmeza.            Los padres no ponen límites, los chicos se lo piden con sus actos: Caprichos, descontroles, desafíos.
            En muchos hogares parecería que el modelo que se impone en la actualidad, en la relación padres-hijos, es la simetría, el igual a igual, este tipo de relación impide el crecimiento y la madurez emocional.
            No hay que convertirse en amigos de los hijos, hay que ser padres, de lo contrario el vínculo queda basado en la falta de discriminación de límites, en dónde los chicos creen que todo lo pueden y que los padres están nada más para complacerlos.
            En estos momentos existe una sintomatología social que afecta mucho a los adolescentes y tiene que ver con el fracaso escolar, la falta de motivaciones, la violencia, y todo tipo de adicciones.  Me parece que en este punto necesitan ser rescatados por padres que se desenvuelvan con roles claros. Si un padre o una madre actúan desde un rol de amigo lo hace desde el identificarse con ellos desde sus propios aspectos infantiles.
            El vínculo simétrico con los hijos genera mucha desconexión emocional, es muy dañino, los chicos hacen lo que quieren y las familias se vuelven muy disfuncionales.
            Tanto los chicos como los adolescentes necesitan ser escuchados en sus inquietudes. No es saludable que ellos sientan que son los que mandan. Es necesario que los padres aúnen criterios de educación entre ellos, evitando alianzas.
            El mensaje de los adultos debe ser claro, de lo contrario confunde y crea malos entendidos.    Se necesita presencia afectiva, escucha receptiva, seguridad y convencimiento de que el límite es sumamente necesario para el desarrollo emocional.
            "Ojo" con los padres sobreprotectores: hijos sobreprotegidos son a los que se le dan todos los gustos, les evitan todos los sufrimientos y frustraciones, deciden por ellos, están rodeados de un ambiente fantástico e irreal, ó sea, son chicos que están preparados para complacer a los adultos, como consecuencias van creciendo con una imagen de sí mismo muy negativa, no saben tomar decisiones por que las han tomado por ellos, por ende quedan más expuestos a la manipulación de los demás.
            En el otro rincón los padres permisivos dejan que los jóvenes hagan lo que quieran, no imponen normas, no cuidan sus salidas, horarios, amigos. Estos padres dan por sentado que sus hijos son dueños de sus actos.
            Los chicos criados en este ambiente son caprichosos, intolerantes, pero al mismo tiempo son inseguros y vulnerables. Crecen en un medio de mucha confusión.
            No registran a las personas que representan autoridad y corren el riesgo de sentir la permisividad de sus padres como falta de afecto o interés hacia ellos.
            Aprender a confiar en nuestros hijos, en sus fortalezas y debilidades, en sus capacidades, mostrarles que de los errores y fracasos se puede aprender mucho.   Ayuda a consolidar una mejor autoestima, un adolescente con una autoestima fuerte tiene menos riesgos por ejemplo de caer en las adicciones como la droga o el alcohol porque se sabe cuidar y diferenciar que es lo mejor para sí, puede elegir con libertad
            Padres autoritarios: Generan hijos dependientes e inmaduros. Imponen mal sus normas, a través de la violencia que no tiene que ser solo física, también está la violencia emocional y psicológica que muchos pueden ejercer sobre sus hijos.
            Marcar fronteras claras, delimitadas por el respeto mutuo y dejando discriminado el rol adulto del infantil o juvenil, conlleva a vínculos más maduros y saludables entre padres e hijos...

                                                                                  Continuará...

viernes, 16 de diciembre de 2011

Un silencio en mi yo: Algunas consideraciones acerca de la autoestima femenina.



  "Para estar desesperada, más vale ser productiva siempre es algo que le robamos a la pura y simple autodestrucción." 
                                                                  FRIDA KAHLO



                Reflexionar acerca de las mujeres me lleva a involucrarme en la construcción del recorrido de crear y re-crear la autoestima femenina.
 Los sentimientos de valía personal están relacionados con la manera en que elaboramos y comprendemos concepciones acerca de lo que somos y de lo que queremos.
 Conocerse es realmente un proceso, un devenir que está directamente relacionado con lo que sentimos, pensamos y percibimos. Es una experiencia interior, un viaje de ida, quizás sin saber muy bien cuando se llega.
Itinerario repleto pasadizos que van tejiendo la trama de nuestras vidas, resbalando a veces como si cayéramos en las aguas de un pantano, tocando el fondo de algún dolor con sus vestigios de sufrimiento, es posible que se puedan asomar destellos de esplendores en medio de la oscuridad. Transportándonos hacia el autoconocimiento a través de las decisiones que tomamos y las acciones que somos capaces de ejecutar.
La mayor fuente de información para valorarnos proviene de nuestras experiencias, con sus consiguientes vivencias de éxitos y fracasos, reales o imaginarios.
El trato hacia una misma sucumbe a la influencia de nuestros primeros contactos con las figuras de nuestros  padres, portadores de la posibilidad de transmitir satisfacciones y prohibiciones, premios y castigos.
Los valores asignados a nuestra persona, los estímulos recibidos, condicionamientos, reconocimientos, la confianza, las expectativas, la manera en que fueron contenidos nuestros miedos, inseguridades, las comparaciones, los tabúes, mandatos familiares, son algunos de los tantos pilares, sobre los cuales se va construyendo la autoestima.
La forma en que aprendemos a mirarnos de adultos, no es más que un eco de la repetición de las miradas recibidas en los primeros años de vida.
Abrir las ventanas del interior del propio ser, para vislumbrar quién se es, intentando responder a las propias preguntas, transformando la propia mirada en reflexión, es un acto luminoso que conlleva un fuerte impulso de crecimiento hacia el auto cuidado y el auto afecto.
Con una actitud laboriosa e intuitiva ir encontrando  el permiso para quererse, recreando una consciencia más valorada en confianza y en sentimientos de prospera valida, ayudan a restablecer la relación con la propia identidad.
Algunas mujeres heredan de sus propias madres ( a través de un proceso identificatorio inconsciente), sentimientos  que solo pueden medirse en términos de exigencias, sometimientos, expiación de alguna culpa, resentimientos acumulados, que dejan entrever una autoestima acicateada, escasa en confianza y seguridad. Sentimientos que van anudando una trama opresiva de sensaciones de malestar.Estos costados ocultos de la personalidad arrastran frustraciones recurrentes, armando un escenario de conflictos en las particularidades de la vida cotidiana.
El modelo de relación con la figura de la madre va a ser desplazado hacia otras relaciones. Tomar conciencia, aceptar, tolerar y desplegar emociones y sentimientos relacionados con la hostilidad, rivalidad, envidias, entre madres e hijas, es una de los procesos psicológicos más complejos, pero necesarios para la construcción de la identidad femenina.
Crear una idea contundente de una misma conlleva a desentrañar con que modelo de ser mujer, se creció, decifrando los mensajes recibidos explícitos o implícitos, si éstos se transformaron en exigencias, expectativas, si fueron coherentes, etc.
Encontrar parecidos y diferencias en la relación con la madre,  transpolarlos  al resto de las mujeres de la familia: tías, abuelas, primas, son elementos constitutivos que ayudan a entender con cuales aspectos de identificación femenina se va construyendo la propia valoración.
Encontrarse con una misma implica familiarizarse primero con esos lados oscuros, de sombras, esa cara oculta, carente de luz propia, que pueden estar abrigando trabas internas, inhibiciones, bloqueos que hacen que muchas mujeres se traten a sí mismas como si estuvieran devaluadas.
Mujeres que quizás no se atreven a mirar-se, que sufren, sienten miedos que deambulan por la vida realizando extrañas piruetas, soportando lo insoportable, donde el conocimiento de sí mismas se convierte en algo inasible ignorando, quizás, de esa manera un enorme potencial a descubrir. Son mujeres que están en deuda permanentemente con sus propios deseos. Margarite Durad dice en su libro "El Amante""Esa falta de las mujeres a sí mismas, ejercido por ellas mismas, siempre lo he considerado un error".
 Una actitud creativa, limpia, desinfecta a los lamentos, las quejas y las lisonjas y permite pensar a los conflictos teniendo en cuenta la riqueza de alternativas para encontrar soluciones.
La creatividad consiste en darle vía libre a la imaginación, en busca de esa magia transformadora, alimentando las luces del alma, encontrando conocimientos tranquilizadores, buscando el germen de las propias insatisfacciones. Trazando un mapeo crítico, se pueden ir formateando algunas certidumbres. Para que este proceso se active, es necesario aprender esa alquimia de convertir el sufrimiento en la toma de consciencia, porque si el dolor no se procesa, no se entiende por ende no se sale del conflicto.
Aquí aparece en escena una gran protagonista que es la dificultad actual que padecen muchas personas para elaborar duelos, cortes, pérdidas, dejando a las personalidades fragilizadas en aspectos pueriles.
Se necesita coraje para liberarse de la ilusión de seguridad que implica refugiarse en los aspectos infantiles que patentizan un pacto de no-crecimiento adulto.
Mágicamente a veces se cree que lo que nos puede hacer feliz está fuera de nosotros, por esta razón muchas mujeres viven a medias, buscando afuera lo que hay que buscar adentro.
Luchar contra los fantasmas de una misma, abordar, con inteligencia, intuición, creatividad, las raíces de los conflictos, ensanchan la capacidad reflexiva, ayudan a dar unidad a los fragmentos que conforman la autoestima. La vida siempre ofrece posibilidades, regala momentos y situaciones que ponen a prueba lo mejor y lo peor de una misma, pulsar con la vida defendiendo la capacidad de lucha, voluntad, vitalidad, convierten a una mujer en una defensora aguerrida de los aconteceres de su propia existencia. Reconocer y aceptar las crisis vitales son insoslayables recursos que ayudan a reactivar el stock de la propia estima, evitando de este modo no quedar detenidos en el tiempo con una identidad cristalizada.
Fomentar la capacidad de reflexión crítica, buscarse, encontrarse, desencontrarse, sentirse confundida. Batallar contra todo aquello que es producto de la educación recibida que obtura el crecimiento personal, desarticular los modelos estereotipados de lo que es ser mujer, es una tarea fértil, permanente y necesaria para la construcción de la subjetividad femenina.
En la búsqueda se produce un despliegue de energía que hace gala de una enorme vitalidad. Aquellas mujeres que se atreven a comprometerse con su propio desarrollo y crecimiento, legitimando sus sentimientos de valoración personal, se convierten en dueñas de sus elecciones y decisiones, con sus consiguientes aciertos y equivocaciones. Son menos idealizadoras, menos dependientes, se conectan con lo mejor de la singularidad de sus emociones, se atreven a correr riesgos, son más realistas, seguras y femeninas.
Es necesario aprender a construir la propia imagen con una identidad firme y consustanciada, cuyo patrimonio sustancial es el propio deseo.
Entendiendo que somos personas, con cuerpos, mentes historia familiar, etc. lo que se haga con ellos es nuestra responsabilidad. Como dice Sartre:" No importa lo que la historia ha hecho con el hombre, sino lo que el hombre hace con lo que la historia ha hecho de él".



Algunos indicios que intentan dar cuenta de una autoestima baja:
-Labilidad  Afectiva: Cambios en el humor
-Vulnerabilidad extrema ante las heridas o los fracasos
-Inhibiciones de cualquier tipo
-Angustia difusa
-Necesitar demasiado del reconocimiento y admiración de los demás
-Compararse permanentemente
-Idealizar mucho a personas o situaciones
-No sostener coherencia entre el sentir, pensar y actuar
-Fuertes sentimientos de culpabilidad
-Conductas saboteadoras
-Fuerte atracción hacia el sufrimiento
-Dificultades para procesar y elaborar duelos
-Empobrecimiento del yo
-Dificultad para disfrutar de situaciones placenteras
-Amar desde sentimientos ambivalentes
-Desde la experiencia subjetiva, una pobre apreciación de sí misma.


Es importante aliarse con una gran dosis de :
-Respetarse y pedir ser respetada.
-Ser capaz de sentir alegría y disfrutar de situaciones placenteras.
-Permitirse sentir tristeza sin caer en una depresión.
-Tomar conciencia de las propias virtudes y vulnerabilidades.
-Poder confrontar conflictos, vivenciando un fuerte sentido  de la vida y de la propia identidad.
-Tener proyectos, metas, objetivos que estén en relación con las posibilidades reales de llevarlos a cabo.
-Reconocer crisis vitales.
-Manejo de sentimientos de culpa.
-Tolerar situaciones dolorosas sin dañarse física o psicológicamente.
-Disfrutar de la sexualidad.
-Capacidad para elaborar duelos.
-Encontrar permiso para quererse, con lo que se es, cómo se es y con lo que se tiene.



Me parece importante destacar como ejemplo de lucha por la vida, convirtiendo el dolor en arte, un fragmento de la biografía de Frida Kahlo narrada por Rauda Jamis: "la vida de FK es una fábula donde la muerte persiste como un fantasma. Nacida en México en 1907, desde su infancia el dolor entró en su cuerpo para no salir jamás. Sufrió intervenciones quirúrgicas en la columna vertebral, le fue amputada una pierna (...) Así, la pintura vino a ella por el tormento y los dolores que soportaba. Toda su energía fue canalizada en la pintura y el amor. El sentido profundo de la obra de FK es su pintura autobiográfica de total sinceridad, pintura trágica que se refiere siempre a la vida interior, refinada y sangrante entre el dolor y la exaltación de la vida".
Dice Frida Kahlo:" El accidente determinó tantas cosas me parece desde el elemento pintura hasta mi modo de amar. Tanto deseo de sobrevivir implicaba grandes exigencias de la vida. He esperado mucho, conciente a cada paso de que había estado a punto de perderla. No había cosas a medias, tenía que ser todo o nada.
De la vida, del amor yo he tenido una sed inextinguible. ¿Hay masoquismo, perversidad, en la representación de este cuerpo desollado? Dejo a quién corresponda la tarea de analizar semejante destino, marcado en la piel. En cambio no le reconozco a nadie el derecho de juzgar mis heridas reales o simbólicas. Ahí se inscribió mi vida con hierro al rojo, mi envoltura era transparente. Se apoderó de mí demasiado, poseyéndome todo el tiempo. En cambio aún con toda aquella dureza, yo lo sentí más cerca. No hay derecho a juzgar una vida tan densa, ni su fuerza, traducida en la pintura"
En palabras de Rauda Jamis; " Frida Kahlo, ser humano, tuvo que tomar conciencia, por los hechos de la vida, de la plena existencia de su cuerpo, Frida Kahlo, mujer abrió su cuerpo y expresó lo que sentía en él.
Lo que sentía era tan violento que si no hubiera  tratado inmediatamente de identificarlo y luego ordenarlo, hubiera podido volverse loca, abrumada por cosas y dolores que no habría comprendido, mucho menos dominado."
Como bien lo expresa la misma pintora "Emparedar el propio sufrimiento es correr el riesgo de dejarse devorar por él, desde adentro, por lo menos vagos e insensatos. Que la fuerza de lo que no se expresa es implosiva, arrasadora, autodestructiva. Expresar es empezar a liberarse”.

martes, 13 de diciembre de 2011

Re-definiendo lo masculino y lo femenino



"Los ojos y los oídos son malos testigos
Para los hombres cuando sus almas no Pueden entender su lenguaje".
                                                                                 Heráclito


               
Desde que comenzaron a emerger los movimientos que devinieron de la subjetividad femenina, promoviendo cambios en los lugares asignados tradicionalmente a las mujeres, los hombres empezaron a sentir y vivenciar los efectos de estos cambios.

                Las mujeres empezaron a tejer el complejo entrando para encontrar una nueva posición femenina, después de tantos siglos de dominación masculina.
Tanto hombres como mujeres están recorriendo el comienzo de la transición, que implica crear un acercamiento relacional y comunicacional diferente. Revisando y rediseñando el vínculo de pareja y también con una misma.
                Es necesario el resurgimiento de nuevas modalidades de relación, dejando atrás viejos estereotipos, como son los legados culturales y familiares que tantos fracasos y frustraciones arrastraron.
                Antes los roles femeninos y masculinos estaban definidos por el sexo, el rol del hombre era el de proveedor del sustento económico y el de la mujer, reducido al ámbito doméstico, nutrir a la familia.
                En la actualidad, en cambio, tantos hombres como mujeres proveen y nutren, intentando así una nueva relación basada en el compartir responsabilidades activas, en el intercambio, conciliando una interacción no definida por el género. Algunos lo van logrando, otros quedan en el camino, cristalizados en roles fijos y tradicionales y otros ni siquiera se atreven a intentarlo.
                En estos tiempos parecería que algunos códigos del amor como son, la conquista y la seducción, la galantería, el coqueteo, como así también, la idea de armar un proyecto de vida en común, entraron en desuso, son anacrónicas, en comparación con aquel amor que se dejaba disfrutar y se sostenía en el tiempo, el amor se olía, se palpaba se intuía.
                El desencuentro, la incomprensión la intolerancia, la falta de deseo de compromiso, parecen estar de moda, mucha gente no quiere correr el riesgo de sufrir, sin darse cuenta quizás que están padeciendo de melancolía del desamor.
                La vivencia del amor efímero, el toco y me voy, produce demasiada distancia emocional ante la posibilidad de un verdadero encuentro.
                Es una característica de estos tiempos, lo rápido, lo light, en donde algunas mujeres se consumen de impaciencia y se relacionan mejor con la idea que tienen de pareja que con los hombres. Algunos de ellos parece que sufren de asepsia frente al compromiso, mostrando poca equidad entre lo que tienen para ofrecer y lo que se espera recibir, Por esto es necesario armonizar lo que se es con lo que se quiere, conocer y utilizar al máximo las capacidades comunicacionales, educarse emocionalmente, pueden convertirse en un capital valioso para salir de esa tendencia esterilizante que conforma un gran malestar actual. De lo contrario el rumor de época que aflora sutil en sus modos parece ser el desamor o la falta de olfato para el amor.
                La soledad que no es lo mismo que estar sin pareja, siempre tiene mala prensa, pero se está convirtiendo en una exponente de las expectativas subjetivas, que pueden disecar  la posibilidad de construir un vínculo.
                Muchos hombres y mujeres no pueden ni saben estar solos, viven albergados en el mismo paradójico desencuentro, recorriendo espacios permanentes de desilusión.
                Si una persona siente que se tiene a sí misma, es desde esa subjetividad desde donde nace la capacidad para amar y compartir. Sólo aquel que se siente libre se puede comprometer.
                En este entramado de dificultades a la vez subjetivas y también sociales, que constituyen coordenadas epocales, es necesario apuntar a una reflexión sobre los cambios.
                ¿Cómo nos afectan? ¿Cómo nos atraviesan?
                No permitiendo que el viento y la marea de las desilusiones y desengaños, o sea, cargar con un vía crucis de desencantos amorosos, ahogue en su embestida el deseo de crecer y construir.
                Encontrar nuevas maneras de percibirse a una misma, es desempolvar viejas formas de dar respuestas. Muchos conflictos actuales, para poder construir un vínculo de pareja, están relacionados a experiencias no resueltas con la pareja de los padres.
                Revisar que imago internalizada dentro de cada uno, se convierte en un obstáculo que no permite el acceso al cambio de rol, desde una posición que ponga el acento más en el intercambio y la simetría que en la culpabilización de unos a otros, sabiéndose de la premisa que marca a lo propio como único parámetro a tener en cuenta.
                Aprender a pedir en vez de exigir, porque la exigencia no va por el camino del propio deseo ni de el deseo del otro, no aceptar al otro como es sino como se necesita que sea es una necesidad que parte de los propios aspectos infantiles o adolescentes no resueltos, donde la pareja es tomada como una especie de título de propiedad.
               
Parafraseando a OSHO:
" Es complicado amar a la gente real, porque una persona real no va a cumplir tus expectativas".

                Una relación de pareja en la que se encuentran articulados el amor y la sexualidad, el compromiso y el intercambio, además de generar un gran bienestar, también producen estabilidad afectiva. Son los vínculos más difíciles de lograr, porque cada integrante está teñido de conflictos personales relacionados con la propia historia familiar.
                La superación de estos conflictos es lo que conlleva a la madurez emocional, que se traduce en estabilidad y permite enfrentar la conflictiva de roles a través del dialogo receptivo que no sólo implica poner el oído, sino también esa capacidad de entendimiento que es lo que sugiere saber escuchar que no es lo mismo que oír.
                Desarmando discursos vacíos, oídos distraídos y verdades de Perogrullo  que desfilan en la actualidad de una manera intensa, puede ser una contribución vital para engarzar sabiamente el vínculo entre hombres y mujeres hoy.
                El reto puede estar basado en una escucha con compromiso, en el crecimiento del respeto y la comunicación, más que en los efectos de los temores y de sufrimientos.
                Reorganizar reconstruir, con una mirada renovada, sobre la falta de conciencia y quizás el analfabetismo emocional que cunde en estos tiempos, delimitando la confrontación, tratando de cobijar el entendimiento, revisando los deseos, analizando lo que se dice y la forma como se dice, puede ser una puesta a punto para revisar algunas posiciones asordinadas
                Con un sacudón que desempolvé viejos conflictos, para encontrar nuevos recursos que equilibren uniones emocionales más estables y duraderas, dando respuestas sobre los diferentes posibilidades de optimizar un vínculo, se van encontrando esos mecanismos de ajuste, que toda relación necesita para hacer jugar una dialéctica diferente.
                Dejar atrás la guerra entre los sexos, es tiempo de empezar a construir vínculos más saludables, reaprendiendo a ser hombres y mujeres, promoviendo nuevos resortes que ayuden a construir nuevos patrones de relaciones.
                Avanzar en los nuevos significados, barajando y dando de nuevo, las veces necesarias para saber ver la posibilidad de un rescate amoroso, sabio, un territorio de confianza profunda que sabe de tantos malos entendidos y fisuras entre hombres y mujeres hoy.
                En tiempos donde el amor escasea, no perder la propia capacidad para amar puede ser una respuesta.



               

Para Reflexionar:

"... Entonces no había sido en vano tanto,

descenso tempestad y absurdo

tanto desesperar y lagos de sombras y brujas

Tanto perdón y puerta sin llamada

entonces se amarán de nuevo de verdad
un hombre, una mujer
al principio, al fin del mundo
otros verán sus pausas.

Sin fronteras

inventarán el fuego y la confianza

¿Qué día albergará tu nombre

  en qué vena o en que metal

tendrá destino tu silencio?
                                                               Edgar Bailey (Poeta).