“La memoria
apunta hasta a matar,
a los pueblos
que la callan y no la dejan andar,
libre como el
viento……”
“La memoria”
Leon Gieco.
La historia se construye socialmente y en ese
“construir” implica “construirnos”. Es así, como determinados momentos
históricos, determinadas formas de construcción dan paso a procesos o
acontecimientos trágicos que a veces exceden los marcos desde los cuales nos
pensamos como sujetos en sociedad. Sucesos que se instauran en un “más allá”
metafísico, y que mientras se mantengan en esa posición, nunca serán apropiados
y en consecuencia, no se constituirán como recursos para construirnos (en un
presente) y construir (en un futuro). Entonces la pregunta central es:¿ Como
apropiarnos de esos sucesos trágicos para no volver a repetirlos? ¿Como hacerlo
sin olvidar, siendo “justos” con esos acontecimientos? Más aun, las generaciones que no fuimos testigos
directos de los hechos, pero que indudablemente, cargamos con variadas
consecuencias de ellos ¿Como recordamos
algo que no vivimos? ¿Como podemos enfrentarnos a resultados derivados de
elecciones que nos son tan ajenas y distantes?
Generalmente suelen vincularse a los protagonistas de
los sucesos como aquellos que sufren las consecuencias de las decisiones. Muy usualmente,
mas de lo debido, solemos olvidarnos que somos seres humanos, y que por tal condición,
somos seres sociales que en consecuencia, para vivir, reproducirnos y sobretodo
ser felices, vivimos con otros.
Ahora bien, parece ser esta, una condición que suele
olvidarse muy fácilmente, sobretodo ante aquellos sucesos que, como mencione
anteriormente, desbordan todos nuestros esquemas de compresión de la realidad.
Porque si, suceden y no nos son tan ajenos como creemos, ya que si ocurrieron
es porque están potencialmente en nuestras formas de organizarnos socialmente.
En este sentido, uno de los mas grandes sociólogos contemporáneos, Zygman
Bauman considera que el genocidio como forma de resolución de los conflictos
sociales, es una tecnología propia del Capitalismo Moderno debido a esta
característica propia de la Modernidad y del pensamiento racional de construir
la realidad en base a esquemas dualistas y opositores. Siempre es un placer
leer al amigo Bauman…
( Mas allá de los desacuerdos que una pueda llegar a
tener)
Pero esto que nos dice no solo es sumamente
interesante como teoría sociológica sino también para entender que, si es
propio de nuestras formas de organización social, entonces no somos tan ajenos
como solemos creer, porque desde algún lado portamos ese “gen”. Esto, en el
sentido de ser portadores de determinadas predisposiciones, que si no estamos
atentos, desde la critica constructiva y el cuestionamiento continuo, nos
conducirán a formas similares con contenidos diferentes (Por que como a nivel
individual una persona jamás es la misma, por el movimiento de la vida, las
sociedad nunca generan los mismos conflictos de la misma manera).
¿Y cual es una de las características más fuertemente
propias de estas formas de resolver conflictos que resultan en prácticas
genocidas, terrorismos de estado, planes sistemáticos de desaparición de
personas?
El MIEDO, mas precisamente, el TERROR, generalmente
producto de una estigmatización y polarización social, donde la sociedad
empieza a percibirse dividida entre dos bandos irreconciliables, los cuales
terminar por aglutinar toda posible tercera posición. En este sentido la
maravillosa frase de Pink Floyd “Far builds walls” (“El miedo construye muros”)
me resulta mas que grafica a la hora de pensar como es el terreno propicio para
que parte de una sociedad, de una comunidad de valores, ideas, historia, se
decida a aniquilar a parte de si misma. Porque no es mas que eso, la condición
del ser humano, del ser social.
Personalmente creo, que cuando podamos realmente
comprender, que cuando estamos destruyendo, haciéndole mal al otro, no estamos
mas que violentándonos con nosotros mismos, con nuestra condición de seres que
necesitamos de los otros. Mientras que continuemos pensando que la VIOLENCIA es
la única forma de resolver los conflictos que aparecen y reaparecer, seguirán
apareciendo y reapareciendo formas violentas, confrontativas, destructivas de
resolverlos, resultando siempre en la DESAPARICION de una parte de lo social. Y
cuando una parte de este se pierde, se pierde una forma, un recorte de mundo,
una perspectiva, que podría ser salvadora.
Por lo que, creo desde lo mas hondo de mi ser, que el
recordar el 24 de Marzo es un deber y una obligación de todos, con nuestra
historia pasada y presente, con nuestra gente, con nuestros valores y sobretodo
con nosotros mismos y con los otros,
para realmente construirnos un presente y un futuro mejor, justo y sobretodo
libre de violencias (Porque la matanza organizada de ningún grupo hacia ningún
otro es JUSTIFICABLE). Hagamos que “NUNCA MAS” no solo sea una frase enarbolada
que queda linda, practiquémosla día a
día, siendo solidarios, teniendo empatia, cuestionando nuestras formas y la de
los otros, y teniendo siempre presente que hay MULTIPLES MANERAS como millones
de personas habitan el mundo.
Para mi, el GRAN HERMANO sigue mirándonos…..
Hoy y más que nunca, así como para siempre,
“ 30.000 compañeros detenidos desaparecidos PRESENTES,
AHORA Y SIEMPRE!”
Paz Rozados
Estudiante del ultimo año de la carrera de Sociología,
U.B.A
Paz.ita88@hotmail.com