lunes, 16 de julio de 2012

Chicos Impulsivos y transgresores




El juego es "la ocupación más intensa del niño" dice Freud en El Poeta y los sueños diurnos. Y la más preferida. Un niño que puede jugar, podemos decir "se conduce como un poeta"(...)
                                                                   Sigmund Freud (1908)

La impulsividad da cuenta de una conducta rebelde y en cualquier acto de rebeldía de estos chicos se manifiesta un cuestionamiento a cualquier persona que represente una autoridad en un contexto determinado como la familia, la escuela, etc.
 Lo que buscan estos niños es siempre imponer su ley propia a través de conductas omnipotentes donde no se contemplan los derechos de los demás sino los propios.

  ¿Rebeldía e impulsividad significan lo mismo?

La diferencia estriba que en un acto de rebeldía no existe la  posibilidad de espera para la descarga, no media el pensamiento, osea, que hay chicos que actúan sin pensar y están los que piensan y no pueden esperar para poner en movimiento sus pensamientos.
   Son chicos hiperkinéticos, desordenados, ansiosos, no saben distinguir lo que es pelear de lo que es jugar a pelear, por eso se desbordan. Se muestran sobreexcitados. A estos chicos hay que abordarlos marcándoles pautas que tengan que ver con pausas, moderación, dosificación, acompañándolos para que la dinámica psíquica pueda convertirse en conductas más maduras, donde aprender a pensar es una herramienta valiosísima para poder manejar los impulsos para lograr hacerse escuchar a través de un diálogo, y no de sus impulsos. Todo esto conlleva a que se transforme la necesidad imperiosa de la inmediatez impulsiva a construir un espacio donde la palabra haga crecer  otro espacio que de lugar primero al pensamiento, encontrando así terrenos vitales para los malestares emocionales que el chico quiere mostrar con su conducta, ayudando a sí a construir una subjetividad más reflexiva ante los riesgos que contienen las conductas impulsivas. 

viernes, 13 de julio de 2012


NIÑOS DESAFIANTES





"Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, hay que domesticar."
                                                              J.M Serrat

Los niños desafiantes son aquellos que tienen una tendencia oposcicionista les cuesta aceptar normas y reglas, son contestatarios desde muy pequeños. Estos chicos detectan con facilidad la impotencia de los adultos antes sus actitudes, por ende se sienten con mucho poder sobre ellos. Pero al mismo tiempo este poder los deja terriblemente desamparados y desprotegidos de una respuesta necesariamente firme por parte de la mirada adulta.

    El riesgo que conlleva estas conductas es que cuando se queda instalado en una posición de enfrentamiento permanente se puede caer en conductas autodestructivas.
   Me preocupa y mucho que alguno de estos chicos sean medicados psiquiatricamente por que no aceptan normas en vez de averiguar que les pasa o a que normas no pueden ajustarse.

   En tanto padres e hijos queden enfrentados pulseando para constatar quién puede más, no hace más que quedar atrapados en una confrontación narcisista donde queda denunciada la fragilidad de todos en un plano de igualdad. Por ende aquí es necesario recuperar y diferenciar el rol adulto, devolviéndole al chico su lugar de niño en la interacción familiar, donde este niño sea reconocido como un individuo infantil.

   A veces se ven chicos que aparecen como todopoderosos, pero en el fondo están muy asustados frente a reglas que no comprenden, que son ambivalentes que lo confunden. Un entorno que en vez de poner límites invade y controla aquí se ponen en juego las expectativas narcisistas que los padres tienen hacia estos chicos. Es en este momento cuando se vuelve desafiante por que no quiere cumplir con estas expectativas, necesita ser aceptado como es y no como los padres quisieran que fuera. O sea en tanto los adultos no garanticen cuidado, aceptación, protección quedan en un plano de igualdad donde el chico se siente desvalido por eso se rebela, se torna desafiante ante la idealización de los padres.

   Esto constituye un sufrimiento que el chico no puede expresar de otra manera. Un niño que se muestra como omnipotente frente al contexto que lo rodea, no solo deja expuesta la impotencia de los adultos frente a los avatares de la vida cotidiana con respecto a la niñez, sino que es un chico que sufre porque no es escuchado ni mirado en su subjetividad, efectos que resultan desestabilizantes para su ulterior desarrollo evolutivo porque pueden responder con síntomas que se vuelven contra sí mismos.









viernes, 6 de julio de 2012

NIÑOS AGRESIVOS





"No se puede amar bien a los niños si se siente hostilidad hacia ellos"                                                                      
                                                                                                             
Françoise Dolto






¿Cuál es el sufrimiento Psíquico que atraviesa a estos chicos?

Aquellos niños que sufren de trastornos de conducta, donde la agresión se pone en juego en su manera de relacionarse con los otros, tanto con los pares, como con las figuras que representen alguna autoridad, son niños que con sus actitudes dicen lo que no pueden decir con las palabras.
   La aparición de la agresión física puede ir desde un simple empujón a fuertes golpes, patadas.  En la agresión verbal se incluyen las burlas, humillaciones, insultos, etc.
¿ Qué tratan de decir estas voces hostiles?

  Lo que se pone en movimiento en estas agresiones es la necesidad imperiosa de pelearse, pelea que sirve como descarga de la agresión contenida pero ¿Qué quieren decir con este desborde?
   Es muy probable que este chico esté enojado, sienta miedos, angustias, que a través de estas descargas dejen entrever un intenso dolor. Angustia con la que no pueden conectar y que está motivada por un discurso parental confuso, poco claro, donde los dobles mensajes atraviesan la vida cotidiana, produciendo efectos esterilizantes en el clima comunicacional. 
    Estas conductas agresivas están ligadas a un sufrimiento psíquico donde la palabra no media como descarga para expresar su hostilidad. Esto puede perturbar su desarrollo tanto escolar como emocional y también su modo de mirar la realidad.

 ¿Qué buscan estos niños?
   Buscan una mirada y una actitud contenedora que les brinde un aporte de representaciones para ligar la angustia desbordante con la palabra tranquilizadora, de otra manera necesitan gritar para hacerse escuchar.

lunes, 2 de julio de 2012


LOS NIÑOS  DIFÍCILES







“Los niños se encuentran en las   fuentes del saber. Son metafísicos. Seres que plantean las verdaderas preguntas. Como los investigadores buscan respuestas”.
Françoise Dolto



¿Por qué a los niños de hoy se los observa tan rebeldes y desafiantes?, ¿por qué los padres están tan    desconcertados y preocupados, sin saber que hacer, cómo reaccionar frente a estos niños?. Porqué se rebelan? ¿Ante qué situaciones o personas lo hacen?.       
                Estos y otros interrogantes tienen que ver con la escucha cotidiana en la clínica con niños, donde la impotencia de muchos padres frente a los avatares de la crianza, sobre todo en la niñez y adolescencia los deja como desenlazados, sin rumbo, desbrujulados para enfrentar a estos niños que se manifiestan como caprichosos, rebeldes, desafiantes, etc.
                Cuando un niño transgrede las reglas Qué está queriendo decir y no puede con su accionar? Contra quién se rebela?.
                Estos niños no encuentran otra forma de manifestar sus angustias que no sea a través del oposicionismo, falta de capacidad de espera, baja tolerancia a la frustración, negativismo un juego desordenado y ansíogeno. Son niños hiperactivos, nerviosos, parecería que nada ni nadie los puede calmar. Donde la urgencia y la inmediatez los cruza en su vida cotidiana, donde la transgresión es la regla.
                Todo este peregrinaje de síntomas deben ser considerados dentro del contexto familiar, cultural y social, dónde la mirada de los adultos que rodean a estos niños son los que le adjudican significaciones a las conductas infantiles.
                Para un buen desarrollo de la personalidad infantil es necesario que los adultos responsables acompañen a estos niños en su crecimiento, brindándoles una imágen de si mismo valorada que no es lo mismo que sobrevalorada, esto se logra a través de la transmisión de valores, principios, creencias. Ayudar a un niño a reflexionar sobre lo que está bien o mal, lo que puede hacer o no, no solo es un acto de amor, sino también una actitud creativa.  Respetarlo para que él pueda aprender a respetar a los demás, o sea, que la función de reflexión de los adultos es una herramienta eficaz para ayudar a estos chicos desatados que carecen de un discurso familiar sostenedor de criterios para lograr  un buen desarrollo cognitivo y madurez emocional. 
                Lo que quiero decir que se necesita de esa capacidad de “ahijar”, “anidar”, para ir construyendo un artesanado afectivo, integrativo de maduración que es lo que conlleva a un desarrollo evolutivo, sembrando un terreno fértil para que la personalidad vaya hacia una mejor maduración.
                El amor, las palabras, la ternura, contención, los mensajes claros, los cuidados resultan ser operaciones psíquicas que actúan como resortes para construir una subjetividad más saludable.
    Dentro de las conductas que manifiestan los niños difíciles nos encontramos con niños agresivos, niños desafiantes, niños rebeldes, transgresores e impulsivos, oposicionistas de los cuales hablaré en un próximo articulo.