Chicos Impulsivos y transgresores
El juego es "la ocupación más intensa del niño" dice Freud en El Poeta y los sueños diurnos. Y la más preferida. Un niño que puede jugar, podemos decir "se conduce como un poeta"(...)
Sigmund Freud (1908)
La impulsividad da cuenta de una conducta rebelde y en cualquier acto de rebeldía de estos chicos se manifiesta un cuestionamiento a cualquier persona que represente una autoridad en un contexto determinado como la familia, la escuela, etc.
Lo que buscan estos niños es siempre imponer su ley propia a través de conductas omnipotentes donde no se contemplan los derechos de los demás sino los propios.
¿Rebeldía e impulsividad significan lo mismo?
La diferencia estriba que en un acto de rebeldía no existe la posibilidad de espera para la descarga, no media el pensamiento, osea, que hay chicos que actúan sin pensar y están los que piensan y no pueden esperar para poner en movimiento sus pensamientos.
Son chicos hiperkinéticos, desordenados, ansiosos, no saben distinguir lo que es pelear de lo que es jugar a pelear, por eso se desbordan. Se muestran sobreexcitados. A estos chicos hay que abordarlos marcándoles pautas que tengan que ver con pausas, moderación, dosificación, acompañándolos para que la dinámica psíquica pueda convertirse en conductas más maduras, donde aprender a pensar es una herramienta valiosísima para poder manejar los impulsos para lograr hacerse escuchar a través de un diálogo, y no de sus impulsos. Todo esto conlleva a que se transforme la necesidad imperiosa de la inmediatez impulsiva a construir un espacio donde la palabra haga crecer otro espacio que de lugar primero al pensamiento, encontrando así terrenos vitales para los malestares emocionales que el chico quiere mostrar con su conducta, ayudando a sí a construir una subjetividad más reflexiva ante los riesgos que contienen las conductas impulsivas.