lunes, 23 de abril de 2012



                Manipulaciones: Un malestar en la vida cotidiana






“El acoso moral es un atentado a la integridad psicológica y emocional de una persona, es un ataque contra la identidad”. 

   "El acoso moral en la vida cotidiana" Marie France Irigoyen

                       



¿Será un producto épocal, que en nuestra sociedad abundan las personas manipuladoras en todos los ámbitos?
Comenzaré  por definir qué  es una manipulación; es una agresión; una actitud que tiene que ver con el abuso de poder de una persona sobre otra. Los manipuladores poseen una  gran habilidad para distorsionar la realidad, y de esta  manera influenciar primero a través de la seducción, que es como una especie de máscara para luego entrar intrusivamente en la vida de otra persona; porque no se comunican de forma clara. La comunicación es escasa, se manejan con miradas o gestos, los cuales esconden toda su violencia contenida.
La seducción es una forma de manipulación encubierta, cuyo objetivo es producir fascinación en el otro, para que éste quede bajo su dominio. El manipulador trata de manejar la vida del otro, sacando de esto ventajas  propias.
 Es importante aclarar que todos en algún momento de la vida podemos tener actitudes manipuladoras, lo complejo remite a cuando estas actitudes se convierten en un patrón de conducta, o sea, en un modo de funcionar en la vida.



PERFIL DE LA PERSONA MANIPULADORA



  •       Tratan de imponer su pensamiento con respecto al modo de pensar, sentir y actuar.

  •              Buscan satisfacer necesidades propias

  •           No tienen registro de la otredad

  •          El otro es vivido, percibido como un objeto, porque no tienen en cuenta las necesidades de los demás. Tratan de ejercer dominio, a través de la crítica descalificadora y el miedo.

  •            Son negadores de sus propias falencias y tienden a proyectarlas en los demás.

  •          Están convencidos que solo ellos saben lo que puede ser bueno o malo para otro.

  •          Cohesionan de una manera directa o indirecta.

  •          Son demandantes, tratando de llevar al otro a que cumpla con lo que él pretende. 

  •          Se los observa irritables, se enojan con facilidad, porque toleran  poco lo que los  frustra.

  •          Se manejan con discursos ambiguos, esto hace que la otra persona reciba mensajes confusos.

  •          Son intolerantes, no respetan normas .No pueden reconocer que se equivocan.

  •          Tienen habilidad para cambiar de tema cuando una conversación los compromete.

  •          No toleran ningún tipo de crítica pero se sienten con el derecho a criticar.

  •          Ponen en duda todo. 

  •          Son egocéntricos, necesitan que todo se mueva alrededor de ellos.

  •          Ponen las culpas y las responsabilidades en el afuera.  Tienen dificultades para empatizar.

  •          Con sus actitudes buscan desestabilizar al otro, encontrándoles los puntos débiles de los cuales se valen para poder manipular mejor.

  •          Se  mueven con mentiras deformando los criterios de la realidad porque no se comunican en forma clara.

  •          Enmarañan a las personas a través de dudas, confusiones para desestabilizarlas.

  •          Son controladores, se creen que lo saben todo. Se sienten inferiores e inseguros, enmascaran estos aspectos descalificando a los demás. Son envidiosos.


Una persona manipuladora está marcada por experiencias infantiles traumáticas no resueltas como puede ser abandono emocional por parte de los padres a temprana edad, trato abusivo, es lo que luego perpetua de adulto en su conducta manipuladora.
En general provienen de familias muy disfuncionales donde practican la gimnasia cotidiana de lucha por el poder, familias cuyo entramado afectivo se despliega acumulando rencores, resentimientos que sintonizan con la falta de noción de alteridad fecunda. Es posible que en su infancia hayan sido sometidos por figuras parentales dominantes, lo que en la adultez testimonia su pobreza subjetiva.